¿Cómo formar grupos de oración?

Los grupos de oración son un signo de Dios para nuestro tiempo. Son muy importantes para la vida de hoy. Es enorme la importancia de los grupos de oración para la Iglesia de hoy y para el mundo de hoy. El mérito de los grupos de oración está claro; nos enseñan a ser más responsables y nuestra participación es necesaria. Es nuestra responsabilidad trabajar con nuestro grupo.

Los grupos de oración tienen que orar por la Iglesia y por el mundo y por medio de la oración, combatir al demonio, tan presente en la sociedad de hoy. Sólo la oración salvará al hombre moderno.

Jesús dice que no hay otra forma de salvación para esta generación. No puede salvarse con nada, excepto con ayuno y oración: “Y Él les respondió: Esta clase de demonios, sólo se expulsa con la oración”. (Marcos 9:29)

Los grupos de oración son signos de esperanza para la Iglesia y para el mundo de hoy. No sólo son un modo de reunir a los creyentes, sino que es un modo de responder a la llamada urgente que tiene cada sacerdote y cada creyente. Los miembros del grupo de oración deben tomar muy en serio la decisión de pertenecer libremente a un grupo de oración ya que está en él por la Gracia de Dios y por obra del Espíritu Santo. No es una imposición. Una vez se es miembro de un grupo de oración, se tiene una responsabilidad. Debe agradecerse y aprovecharlo porque se estará recibiendo una profunda experiencia de la Gracia de Dios.

Cada miembro debe renovar el Espíritu en su interior, en su familia, en su comunidad, etc. Además, con la fuerza de nuestras oraciones, debemos traer a este tormentoso mundo, la medicina de Dios, la sanación de Dios: paz con Dios y entre los hombres, evitación de las catàstrofes y recuperación de la fuerza moral.

La Virgen ha pedido muchas veces que se formen grupos de oración:

• Nuestra Señora en Fátima dijo: ” Digan el rosario todos los días, para obtener la paz en el mundo”.

• Nuestra Señora en San Damiano, Italia dijo: ” Usen sus oraciones y el santo rosario; que es una poderosísima arma, mis niños. Digan el rosario y dejen otras obras innecesarias. Lo importante es salvar al mundo” (2 de junio de 1967).

• Nuestra Señora en Medjugorje dijo: ” Queridos niños, tengan piedad de mí. ¡Oren! ¡Oren! ¡Oren! (el 19 de abril de 1984.

• “Oren para que el Espíritu Santo los inspire con el espíritu de oración para que oren más.” (9 de junio 1984).

• “Oren, Oren, Oren.” (21 de junio de 1984).

• “Oren siempre antes de comenzar su trabajo y termine su trabajo con una oración.” (5 de julio de 1984).

• “Necesito de sus oraciones.” (30 de agosto de 1984).

• Sin oración no hay paz.” (6 de septiembre de 1984).

• “¡Hoy les quiero pedir que oren, oren, oren! En oración ustedes conocerán la mayor alegría y la forma de salir de cada situación. Gracias por crecer en la oración.” (29 de marzo de 1985).

• “Les ruego que comiencen a transformarse con la oración y su vida, ayuden a destruir todo lo malo en las personas y descubran el engaño de Satanás.” (23 de septiembre de 1986).

• “Dedícate a orar con un amor especial”. (2 de octubre de 1986).

• “Durante el día busca un momento especial para orar en paz y en humildad y tener un encuentro con Dios el Creador.” (25 de Noviembre de 1988).

• “Por esta razón. pequeños niños, oren, oren, oren. Permitan que la oración comience a dominar en todo el mundo.” (25 de agosto de 1989).

Algunos de los mensajes de Nuestra Señora señalan específicamente su deseo de que, más que estimular la oración dividual, se organicen grupos de oración.

“Yo deseo un grupo de oración… Yo guiaré a este grupo y luego, cuando yo diga, otros grupos se formarán en el mundo.” Ella continuó: “Yo quiero un grupo de oración aquí. Yo dirigiré este grupo y les daré las reglas a seguir para alcanzar la santidad. Con estas reglas las demás personas en el mundo podrán consagrarse.” Jelena Vasilij, joven que recibe locuciones interiores y dirige un grupo de oración en Medjugorje recibió estas palabras de la Santísima Madre en marzo de 1983.

María fundó este grupo de oración en Medjugorje y lo guía para que se presente como modelo para otros muchos grupos que ella desea en el mundo y que ya están empezando a germinar.

Nuestra Santísima Madre nos ha dicho también:

• “Todas las persona deben formar parte de un grupo de oración.”

• “Cada parroquia debe tener un grupo de oración.”

• “Yo quisiera recomendar que todos mis sacerdotes (con énfasis) comiencen un grupo de oración con la juventud y que les enseñe y les aconseje bien.”

• “Hoy les llamo para que reanuden la oración en família, en sus hogares. El trabajo en el campo se ha terminado. Ahora dedíquense todos a orar. Permitan que la oración esté en primer lugar en sus familias.” (1 de noviembre de 1984)

• “En estos días les llamo para que oren en familia” (6 de septiembre de 1984)

• “Hoy les invito a reanudar la oración en sus familias. Queridos niños, entusiasmen a los jóvenes a orar y a asistir a la Santa Misa.” (7 de marzo de 1985)

• “Oren, especialmente ante la cruz, desde donde grandes gracias vienen. Ahora en sus hogares hagan una consagración especial a la cruz de Nuestro Señor.” (12 de septiembre de 1985)

Cómo comenzar un grupo de oración

1. La reunión se puede llevar a cabo en la iglesia, en hogares privados, afuera o en la oficina—en cualquier lugar donde se respire paz, donde haya silencio. El grupo debe ser dirigido por un sacerdote o por un laico que tenga una espiritualidad sólida.

2. El líder del grupo debe informar del propósito del grupo y de lo que desea lograr.

3. Cuando un laico ha tenido una experiencia de oración especial y desea propagarla porque cree firmemente en el poder de la oración, puede invitar a algunas personas y comenzar a orar juntas por su crecimiento en la fe. Sus oraciones atraerán a otras personas.

4. Cuando un grupo siente el deseo de compartir, de hablar sobre la fe, de leer la Sagrada Biblia, de apoyarse mutuamente en el camino hacia la santidad y desea aprender a orar, es el momento de iniciar el grupo de oración.

Una forma muy conveniente para comenzar un grupo de oración es comenzar a orar con la familia; hacerlo todos los días. Esto es posible si cada miembro tiene el deseo y la voluntad de hacerlo.

Si hay un sacerdote líder en el grupo ayuda mucho porque los sacerdotes son personas con mucho conocimiento y con mucha fuerza espiritual. El sacerdote puede profundizar en el crecimiento espiritual de los fieles.

Para que un grupo de oración tenga continuidad, es muy importante no suprimirlo en ningún momento. Se debe ser perseverante-

¡Perseveren!