1 de mayo de 2004 Queridos hijos de Medjugorje, ¡Alabados sean Jesús y María!

1 – Qué alegría volver a encontrarnos con nuestro buen san José en su fiesta, ¡esta vez como artesano! Sabemos que en aquella época, los carpinteros eran también arquitectos. Tenían que hacer sabios planos para que las construcciones se mantuvieran en pie, y esto sin contar con los medios de la tecnología de hoy en día. Podemos imaginarnos a san José pensando junto con Jesús la manera de construir una casa, buscando juntos el mejor plano posible para satisfacer las necesidades de sus clientes. Podemos también pensar que san José fue el primero que colocó sobre los hombros de su hijo esos pesados tablones que transportan los carpinteros…
Por otra parte, rara vez nos imaginamos a san José como un hombre que diseña planos. Pero constatamos que en Medjugorje, su esposa, la Gospa, habla a menudo de sus planes para el mundo, y nos pide que la ayudemos a llevarlos a cabo. Jesús también tiene su plan de salvación para la humanidad. ¡Toda la Sagrada Familia es especialista en planes! ¿Y nosotros, qué plan tenemos para nuestra vida??
Es muy reconfortante saber que el plan para nuestra vida ya existe en el corazón de Dios nuestro Creador y que no necesitamos inventarlo. Podemos descubrirlo en la oración y en la lectura inspirada de los acontecimientos, y debemos protegerlo para no desviarnos por tangentes resbaladizas. Hoy, muchos jóvenes se desaniman porque nadie les hace ver lo valiosa que es su vida y que Dios tiene un plan maravilloso para ellos, y eso desde mucho antes que ellos tuvieran la mínima idea sobre este plan. La alabanza y la confianza permiten esta apertura de corazón que Dios necesita para poder hacerles oir su voz y hacerles gustar lo valiosas que son sus vidas y la felicidad a la cual fueron llamados.
San José es el santo que necesitamos para transformarnos en entusiastas de la vida y del don de la vida. Como buen arquitecto, hábil, meticuloso y laborioso, va a ayudarnos a enmarcar nuestra vida y a ajustarla al sueño de Dios sobre nosotros. Porque es el “Justo” por excelencia; hombre que, para los judíos de la época, “ajusta” toda su vida a Dios. (Nada que ver con nuestros Ministerios de Justicia) ¡Nuestras vidas necesitan tanto ser reajustadas en Dios! Sí, ¡qué felicidad poder celebrar a este gran experto de los planes de Dios, a este artesano elegido por el Padre para acompañar el crecimiento de su Hijo Jesús hasta alcanzar su altura de hombre adulto! Me parece que san José se encuentra muy a gusto de continuar su tarea sobre la tierra en medio de nosotros, sobre todo con los que se toman en serio las apariciones y los mensajes de su esposa Myriam! Vicka nos repite a menudo: “No tengan miedo, ¡pidan!” San José tiene un stock de gracias en espera, y estará encantado de ayudar a quien lo invoque amigable y confiadamente, ya sea para proteger su vida del maligno, proteger un niño de la impureza, reconstruir la armonía de una personalidad herida por la vida, no demorar más un “sí” al llamado de Dios, perseverar en la oración en medio de un mundo hostil, ganar su vida por un trabajo que engendre paz, testimoniar a todos la caridad y la alegría de Dios, ofrecer paz en medio del sufrimiento, o para vivir un gran amor con la Virgen… en fin, ¡para caminar humilde y firmemente por caminos de santidad!
Me conmueve sobremanera su ternura de san José. Socorre sin demora al corazón confiado. Un día san José me concedió un automóvil para Medjugorje luego de una novena. Al principio de aquella novena, le había indicado: “es para poder servir mejor a tu esposa donde ella se aparece”. Me parecía que era un caso de fuerza mayor y que me escucharía por amor a ella! Pero una jovencita, que se enteró del incidente, pensó que ella no podía utilizar el mismo argumento para convencerlo. También necesitaba un coche; simplemente para ir a su trabajo de oficina, en una empresa común que no realizaba un trabajo específicamente cristiano. Sin embargo, confiada en la bondad del santo, hizo de todas formas la novena. Y el auto le llegó providencialmente, y del tamaño que deseaba, ¡no podía creerlo! Ese día, descubrí un nuevo aspecto de la personalidad de san José: ¡la gratuidad de su ternura para con nosotros!
El año pasado, un amigo norteamericano, Randy, fue licenciado de su trabajo. La empresa donde trabajaba desde hacía veinte años presentó quiebra. El personal fue prevenido a último momento y la empresa no le pagó compensación alguna. ¡Fue muy duro! A pesar de ello, tomó la noticia con paz. Se había estado ejercitando en los 5 puntos de Medjugorje y esto le fue de gran ayuda en la prueba. Lo dejo relatar su testimonio:
“Estaba desocupado desde hace varios meses cuando el 22 de abril, una empresa que me gustaba mucho me concedió una entrevista laboral. La entrevista se pasó bien, pero simplemente me dijeron que se comunicarían más tarde conmigo. Mientras hablábamos sobre la entrevista con mi mujer, nos dimos cuenta de que se aproximaba la fecha de la festividad de san José Obrero, y decidimos comenzar una novena a san José esa misma noche. Coincidencia (¿o Providencia?), ésta debía terminar el 30 de abril, vísperas de su fiesta como patrono de todos los trabajadores.
Fuimos muy específicos sobre la intención de nuestra novena. Pedimos que esa empresa me haga un ofrecimiento para el 17 de mayo, fecha de nuestro aniversario de matrimonio. Recitamos fielmente cada día las oraciones de nuestra novena. Luego llegó el 1º de mayo y la fiesta de san José Obrero. Estabamos inquietos porque la empresa no se había vuelto a comunicar. Sin embargo, el 1º de mayo (¡a la hora de la aparición en Medjugorje!) recibí una llamada: la empresa me proponía una segunda entrevista para el 5 de mayo. Inútil decirle que estábamos felices y muy agradecidos a san José. Mientras el día de la segunda entrevista se aproximaba, continuamos nuestras plegarias a san José, orando siempre para que tenga un ofrecimiento de empleo para el 17 de mayo.
El 5 de mayo llegó finalmente y la entrevista se pasó bien. Me advirtieron, sin embargo, que la decisión final no tendría lugar antes de la última semana de mayo. Agradecimos a san José por el éxito de la entrevista y le pedimos simplemente el poder obtener ese empleo. Pero san José se había tomado nuestro pedido al pie de la letra, y el 15 de mayo recibí una llamada de la empresa ofreciéndome el puesto. ¡Qué gran regalo de aniversario de parte de san José! Ya van 10 meses que ocupo el cargo, estoy muy a gusto con el trabajo que hago, al igual que con la empresa para la cual trabajo.
Por cierto, las oficinas de la empresa dan sobre el río san José, en el distrito de san José, en Indiana (Estados Unidos) ¡Gracias san José!

2 – ¡La Gospa sabe lo que dice cuando nos invita a imitar el ejemplo de los santos, a leer sus vidas y a rezarles! Estas manifestaciones de amor nos permiten experimentar en cierta forma los intensos intercambios de amor existentes entre los elegidos en el Cielo, aquella alegría indescriptible que allí impera. ¡Qué bocanada de aire puro en el seno de nuestra sociedad viciada y pronta a olvidar lo esencial: el amor que proviene del Espíritu Santo! En este mes de mayo especialmente dedicado a María, junto a san José Obrero, tenemos cuatro semanas para prepararnos para Pentecostés… Con la ayuda de todos nuestros amigos del Cielo, atraigamos la poderosa venida del Espíritu Santo sobre nuestro mundo que ansía desesperadamente ser colmado de amor!

Querida Gospa, ven a habitar aún más intensamente en nuestros corazones
para que hallándote allí, el Espíritu Santo se precipite en ellos!

Sr. Emmanuel
© Children of Medjugorje 2004

PS1: A los 90 años, María Simma partió hacia el Padre. Luego de una vida bien llena al servicio de las almas del Purgatorio, se apagó paciblemente en Alemania, lugar donde residía desde hace algunos años, hospedada en casa de una familia amiga. Ella se preparaba para su último viaje en la oración… Oremos por ella como ella lo ha hecho con tanta asiduidad por los difuntos!