Testimonios del Clero

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Boletín nº 182 – 26 de Diciembre de 2002

El Cardenal Schönborn, Arzobispo de Viena, acerca de Medjugorje

El 1 de diciembre de 2002, en su homilía en la catedral de Viena, el cardenal Shönborn dijo de Medjugorje lo siguiente:

“No quisiera expresar mi opinión acerca de Medjugorje desde un punto de vista eclesiástico ortodoxo. Sin embargo, puedo afirmar solamente una cosa, de manera persistente y renovada: que ese lugar evidentemente se ha convertido en una estación misionera intensiva del Cielo mismo, donde decenas de miles de personas encuentran la oración, la confesión, la conversión, la reconciliación, la curación, la fe profunda.”

(Comentario extraido del Diario de Sor Emmanuel, Enero 15,2003)

El mes pasado, el cardenal Sconborn di una prédica rmarcable en la catedral de Viena: María está misionando hoy en día por el mundo entero, en Argentina, Mexico, Lourdes, Sri Lanka, Medjugorje, dijo “Donde está María, la gente se congrega. Sin haber verdadeamente María nunca viajado ni predicado durante su vida terrena, la Virgen esuna poderosa misionera que conduce a millones de personas hacia su Hijo.

No quisiera pronunciarme sobre Medjugorje desde el punto de vista de un juicio de la Iglesia, pero puedo asegurar y repetir una cosa: ese lugar es verdaderamente un paraje de misión del cielo donde se experimentan intensas gracias, una misión celestial. Allí miles y miles de personas encuentran la oración, la confesión, la reconciliación, la sanación y una fe más profunda.

Algunos meses después de haber predicado a Su Santidad elretiro de Cuaresma, el cardenal Schonborn, principal autor del Catecismo de la Iglesia Católica, declaró: “Es o sería muy importante que los obispos tambien tomasen bajo su protección la pastoral de Medjugorje, para que los frutos obvios que allí se manifiestan sean protegidos.

 

Boletín nº 180 – 26 de Noviembre de 2002

Impresiones del Arzobispo de Fiyi

Como escribimos en el número anterior del Bulletin, Mons. George Pearce, arzobispo emérito de las islas Fiyi, vino en visita privada a Medjugorje entre fines de septiembre y principios de octubre. Damos a conocer sus impresiones:

“No dudo de la autenticidad de Medjugorje. He estado en este lugar tres veces y a los sacerdotes que me preguntan les digo: vayan y siéntense en el confesionario, y verán milagro tras milagro… por la intercesión de María y por la fuerza de Dios. Se nos ha dicho: “Por los frutos los reconocerán”. El corazón y el alma de los mensajes de Medjugorje seguramente son la Eucaristía y el Sacramento de la Reconciliación.

No existe alguna duda de que esto es una obra de Dios. Como lo he dicho: no puedes no creer, después de haber transcurrido un poco de tiempo en el confesionario. También los signos y los milagros son regalos de la misericordia de Dios, pero para los sacerdotes el mayor de todos los milagros es poder ver a la gente en torno del altar de Dios. He estado en muchos santuarios, transcurrí mucho tiempo en Guadalupe, estuve ocho veces en Fátima y en Lourdes. Es la misma María, el mismo mensaje, pero aquí en Medjugorje, está la palabra actual de la Virgen para el mundo. En el mundo hay tanta angustia y padecimiento. La Virgen está con nosotros todo el tiempo, pero está de una manera especial con nosotros en Medjugorje.”

A la pregunta: “¿Está enterado de que en el mundo existen miles de grupos de oración que han surgido impulsados por los mensajes de la Virgen de Medjugorje, existen más de mil grupos en su país, EE.UU.,…? ¿En qué medida es un signo de que la Iglesia reconoce la palabra de Dios en las palabras de la Virgen?, Mons. Pearce dijo:

“Nosotros tenemos un grupo de oración en la catedral en Providencia, lugar en que actualmente vivo. Nos llaman “la pequeña Iglesia de Santiago Apóstol”. El grupo se reúne cada tarde para la Adoración del Santísimo Sacramento del Altar, la bendición y la Santa Misa. Pienso que aún no hemos aceptado el mensaje. Muchos volvieron a Dios después de los acontecimientos del 11 de septiembre del año pasado, pero pienso que necesitamos mucho más para que todo el mundo vuelva verdaderamente a Dios. Oramos para que eso suceda con o en la esperanza de que nos convertiremos al Señor antes de que ocurran otras lecciones que nos obliguen a aprender. No obstante, también eso una obra de la misericordia de Dios. Todo es obra de la misericordia de Dios. Sabemos muy bien que Dios en su amor misericordioso, en su providencia, hará todo para que ninguno de sus hijos se pierda completamente, y eso es lo que verdaderamente cuenta.

Le diría a todos: vengan a este lugar con la mente abierta, en oración, encomienden vuestro viaje a la Virgen. Vengan, y el Señor hará todo el resto.”

Impresiones del Obispo de Canadá

En el número anterior del Bulletin, escribimos acerca de la visita de Mons. Pearse Lacey, obispo emérito de Toronto, Canadá, el cual visitó de manera privada Medjugorje, del 12 al 19 de octubre, con un grupo de peregrinos canadienses. Acerca de sus impresiones, Mons. Lacey dijo:

“En Medjugorje estuve en 1987. En ese entonces todo era más simple que ahora, pero el Espíritu aún está presente en este lugar y la presencia de la Virgen es total. Dondequiera se percibe la gracia maravillosa de Dios que actúa en la vida las personas. He encontrado a personas que aquí han venido constreñidos por problemas de drogas, alcohol, he encontrado personas con trágicas situaciones existenciales, como también la manera en que Dios se revela y manifiesta. Un sacerdote me contó que se había cansado de confesar, que había dejado de hacerlo y quería irse, ¡pero la gente lo hizo regresar! El gran número de confesiones es un indicador suficiente de la presencia de Dios en este lugar. Increíble. Para mí eso es Medjugorje.

Las apariciones de la Virgen no son para mí un problema. Es una cuestión de fe. No podemos obligar a nadie a creer ni a ser devoto. Lo que más podemos hacer es testimoniar con el propio ejemplo. Esa es la libertad que Dios nos ha dado a todos. El quiere que respondamos con fe y amor.

El mensaje fundamental de Medjugorje es totalmente sólido. Vivimos en el año 2002, pero la gente está aún formada de cuerpo y alma y todos llevamos las huellas del pecado original. Nuestras necesidades son las mismas que existían en los tiempos de los apóstoles y de todos los tiempos. Nosotros somos hijos de Dios y nuestras necesidades son tan grandes como las necesidades de cada generación. ¡Por eso el mensaje debe ser el mismo! No podemos vivir sin Dios. Eso es lo maravilloso de Medjugorje. Es un oasis de Dios, es la vida de la Iglesia tal como debería ser. La palabra tradición no es una palabra fea, aunque algunas personas piensan lo contrario. La vida del sacerdote consiste en hacer que la gente regrese a Dios, gente que se perdió, porque pensó que la fe no era importante. Gracias a Dios que nos da estos lugares. He estado en otros lugares, pero Medjugorje es una luz que resplandece en el tiempo actual.”

 

Boletín nº 179 – 26 de Octubre de 2002

Vicario Arzobispal de Venezuela de Visita en Medjugorje

A fines de septiembre vino a Medjugorje para dar gracias por sus 25 años de sacerdocio, Mons. Ricardo Guerra, vicario del arzobispado de Valencia en Venezuela.

El peregrinaje mariano de tres semanas, lo ha emprendido con un grupo de 16 fieles, y comprende Fátima, Santiago de Compostela, Lourdes, Milán, Roma y París.

Mons. Guerra ya había estado en una ocasión en Medjugorje. La experiencia vivida lo impulsó a crear un grupo de oración por los jóvenes que procuran vivir los mensajes de la Reina de la Paz. A la pregunta sobre el porqué ha venido nuevamente a Medjugorje y sobre lo que atrae a los fieles a este lugar, Mons. Guerra dijo: “Me he enamorado de Medjugorje. La voz maternal, que llena de ternura resuena a través de los mensajes de la Virgen, conduce a los fieles a la oración y a Cristo. La Virgen nos llama “hijitos” y esta palabra toca al hombre en lo profundo del corazón. Los obispos en Venezuela mantienen sus propias reservas con respecto a las apariciones de Medjugorje, pero los fieles siente que esta invitación es auténtica y responden.”

Visita del Arzobispo de Fiyi

EL Mons. George Pearce, arzobispo emérito de la isla de Fiyi vino en visita privada a Medjugorje entre fines de septiembre y principios de octubre. Visitó Medjugorje con un grupo de peregrinos americanos. Mons. Pearce actualmente vive y trabaja en la archidiócesis de Providencia, Rhode Island, en EE.UU.

Visita del Obispo Canadiense

Mons. Pearse Lacey, obispo emérito de Toronto, Canadá, vino a Medjugorje de manera privada con un grupo de peregrinos canadienses y permaneció del 12 al 19 de octubre. Ya había estado en Medjugorje en el año 1987. Con ocasión de la festividad de la Virgen de Fátima, el 13 de octubre, celebró la Santa Misa para los peregrinos de idioma inglés junto con veinte sacerdotes. Mons. Lacey dijo que cree que Medjugorje es una continuación de Fátima.

 

Boletín nº 178 – 26 de Septiembre de 2002

Visita del Obispo de Gabón

Durante el XIII encuentro internacional de jóvenes, visitó Medjugorje de manera privada Mons. Jean-Vincent Ondo, obispo de la diócesis de Oyem, Gabón, Africa. Acerca de sus impresiones, entre otras cosas, dijo lo siguiente:

“Cuando vine por primera vez a Medjugorje, mientras aún no era obispo, vine con una familia. Hoy me encuentro aquí de nuevo con una familia. Es una visita totalmente privada. Hemos venido a este lugar porque deseamos orar y vivir lo que la Virgen nos habla. Lo que aquí sucede, sucede también en nuestras diócesis: el Rosario, la Adoración, la oración… Lo que es especialmente hermoso, es el gran número de gente que aquí viene, mientras en nuestras diócesis tenemos grupos más pequeños.

Con respecto a las apariciones y a la presencia de la Virgen, podría decir que es difícil dar una opinión precisa después de solamente algunos días de permanencia. No tengo todos los elementos necesarios para discernir. Lo que puedo decir es que aquí sucede algo realmente. Tuve la gracia de poder encontrar a la vidente María y estar presente durante un momento de su oración. Algo sucede que supera mi razón. La mente analítica desea siempre explicar todo, pero pienso que simplemente hay que sentir admiración por todo lo que sucede en este lugar. La Virgen nos pone aquí ante un desafío. A aquellos que dudan quizás con el tiempo Ella les dará un poco más de luz…

Nuestra venida a este lugar está dirigida a vivir nuestra fe, y no a buscar algo insólito. Me siento entusiasmado cuando veo a cristianos que vienen de todas partes y hablan el mismo lenguaje – el lenguaje de la oración. El Espíritu Santo nos supera. Nosotros somos seres humanos y tenemos un conocimiento limitado. Eso es como cuando se habla del hombre que quiso vaciar el océano y poner el agua en un pequeño agujero. Esta no ha sido la primera experiencia para el mundo. Apariciones ha habido en Fátima y en Lourdes. Ahora se habla de Medjugorje. Si esas experiencias acaecieron en el pasado, pueden suceder en el presente y en el futuro.

Aquí María se revela como la Reina de la Paz. Solamente Dios sabe cuántos corazones están intranquilos. Ansiamos esa paz que viene solamente de Dios. He tenido la oportunidad de encontrar a muchos peregrinos. He percibido cuantas tribulaciones existen en sus corazones. Han venido a confiar su padecimiento a María con la esperanza de poder encontrar la paz interior. Creo que los que vienen no son turistas, sino que vienen con la esperanza de encontrar la paz en María.

Aquí no hay nada diferente de lo que podemos ver y vivir en nuestras diócesis. Lo que puedo constatar es que los jóvenes en nuestras parroquias sienten una gran tibieza. Cuando vienen a tales encuentros, descubren una Iglesia viva, cálida y despierta, se sienten felices y gozosos de estar reunidos. Creo que debemos esforzarnos en que estos jóvenes y estos niños sean aceptados, de tal forma que aquellos que aquí han experimentado algo, no se queden solamente en el ámbito de las emociones fuertes, sino que sea una experiencia poderosa de fe que los ayude a continuar a crecer en ella cuando se vayan de Medjugorje.”

 

Boletín nº 177 – 26 de Agosto de 2002

Obispos Peruanos de Visita en Medjugorje

Como lo anunciamos en el Boletín núm. 176, del 4 al 6 de julio, visitaron de manera privada Medjugorje: Mons. Gerard Anton Zerdin, ofm, misionario y obispo auxiliar en San Ramón, miembro de la Provincia Franciscana Santos Cirilo y Metodio con sede en Zagreb, y Mons. Julio Ojeda Pascual, ofm, obispo de San Ramón, del Perú.

Mons. Julio Ojeda Pascual dijo a propósito de sus impresiones:

“Me siento feliz por haber podido venir a este país. Por primera vez oí hablar de las apariciones a través de las noticias que nos dio el Padre Gerard y otros sacerdotes franciscanos que viven en el Perú. Para mí era un nombre extraño como tantos otros y estaba escéptico, pero pude ver conversiones y eso fue lo que me impresionó mayormente. He venido gracias a los franciscanos de Zagreb, que me invitaron para que viniera de visita. Se presentó la posibilidad de venir a Medjugorje y así lo hice. Veo a tanta gente que viene a este lugar, que desean acercarse a Jesús por medio de María. Agradecemos a Dios que nos ha dado a María que honramos como Madre de Dios y que siempre nos conduce a Jesús.

La naturaleza es aquí muy hermosa, la vegetación, los montes, hay mucha piedra; es un estímulo a la experiencia espiritual. Es como la imagen del hombre pecador que quizás es duro como la piedra del cual debe germinar la vegetación con ayuda de la gracia de Dios. Creo en la gracia de la oración en el camino espiritual del hombre hacia Dios. En esta peregrinación pude implorar la gracia de que hayan más obreros para la cosecha de Dios. La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. A muchos lugares algunas personas acuden impulsadas por la fe, y a otros por la curiosidad. En vez de saciar la propia curiosidad, ellos encuentran otra cosa. Encuentran un ejemplo. Aquí hay muchas conversiones que pueden conducir a vocaciones espirituales: sacerdotales, religiosas, de laicismo activo…

Cuando regrese a casa, diré lo que he visto y vivido: que la gente viene verdaderamente con intenciones de peregrinar. Reina una atmósfera de peregrinaje, de orden y de oración. No percibo nada negativo. Estoy impresionado favorablemente. Hemos visto como las personas oran con profundo recogimiento. El ambiente es bueno.

Que la Madre de Dios esté siempre con nosotros, y no solamente en los días excepcionales del peregrinaje. Debemos ser también fieles en la vida cotidiana a lo que la Madre de Dios nos conduce.”

Mons. Gerard Anton Zerdin dijo:

“Hemos leído acerca de los acontecimientos de Medjugorje en los periódicos, nos visitaron personas que nos mostraron algunos materiales, y especialmente nos ha tocado el deseo de la gente de acercarse a Dios, aprovechar cualquier ocasión para hacerlo. Se dio cuenta de que las puertas están abiertas hacia Dios y se ha acercado para pedir la gracia y desea transformar su propia vida. Eso tiene un gran valor. Eso es lo que deseamos: a través de los sacramentos, estar siempre cerca de Dios, cambiar, mejorar, ser más cristianos. Hemos venido para ver un poco, pero sobre todo para tener vivencias. Ayer estuvimos en la Santa Misa, hoy hemos estado en el monte para meditar sobre nuestra vocación, nuestra actividad misionaria, para pedir al buen Dios, pedir a la Virgen que nos envíen misionarios, los labradores que necesitamos, a fin de que la Palabra de Dios pueda ser difundida en todo el mundo. Venir del Perú es un poco más difícil, la gente tiene poco recursos para tales viajes. En el Perú tenemos lugares de peregrinaciones, especialmente peregrinaciones a lugares en que hay cruces. Es conocida la devoción hacia el Cristo Crucificado, en la imagen está con María, también está presenta la Santísima Trinidad. La imagen misma nos sirve para la catequesis. La gente prepara grandes procesiones que nos sirven para predicar la Palabra de Dios, para la confesión y la conversión. A todo eso en el Perú se vinculan muchas tradiciones folclóricas. Aquí no hay oferta turística. La gente a través de la oración y de las peregrinaciones, procura acercarse a Dios. El ejemplo de otros los impulsa a la conversión.”

 

Boletín nº 175 – 26 de Junio de 2002

Visita del Obispo de Kenia, Mons. Silas S. Njiru en visita a Medjugorje

Del 6 al 10 de mayo estuvo de visita de manera privada en Medjugorje, Mons. Silas S. Njiru, obispo de Meru, Kenia. Al término de su peregrinación dijo acerca de sus impresiones:

“Medjugorje es verdaderamente conocido mundialmente. Adonde vaya, sea en mi país, en EE.UU. o en Europa, se habla de Medjugorje. El año pasado estuve en Orlando, Florida, y alguien me llevó en automóvil hasta el centro espacial de aquel lugar. Me dijo que había estado varias veces en Medjugorje y me aconsejó que fuera a visitar ese lugar. Le respondí que lo sentía, que no podía, por tres razones principalmente: no tenía tiempo, estaba lejos y no tenía dinero. El me replicó que la Virgen haría un milagro. Este año un misionero de Italia me dijo que iba a Medjugorje. Me preguntó si quería ir con él, yo le respondí como a ese estadounidense: no tenía tiempo, estaba lejos y no tenía dinero. Cuando regresó a casa, me envió una carta en la que me decía: he conseguido el dinero, todo está preparado, solamente abre tu corazón a la Virgen. Por estoy aquí, porque venero a la Bienaventurada Virgen María. Me ha impresionado profundamente la fe de la gente que se percibe en la iglesia. Es una fe firme. Veo especialmente a mucha gente joven. Además, veo que mucha gente viene a confesarse y buscan la reconciliación con Dios. Hoy en día es un verdadero milagro. Hay gente que me ha dicho que durante años no iba a la iglesia, y desde que ha venido a Medjugorje asiste regularmente a misa. Para mí eso es un verdadero milagro. Quien haya estado en este lugar no puede callar, debe hablar y debe distribuir rosarios. Precisamente un hombre me detuvo en un establecimiento comercial y me dio un rosario y un crucifijo. Luego llamó a toda su familia a fin de los bendijera un obispo de Africa, ¡por lo que los bendije a todos! Hablando sinceramente, lo que en este lugar sucede supera incluso las apariciones mismas. También en Africa hay gente que tiene apariciones. Ellas son posibles y están presentes. Yo me hago una pregunta: si Dios permite las apariciones, ¿por qué lo hace si no es para profundizar nuestra fe, para que nos convirtamos? Me siento feliz porque hay apariciones, pero hay que ir más allá. Nuestra fe debe ser renovada, porque si eso no sucede, todo eso no tendría sentido. Si la fe crece, entonces eso está bien.”

 

Boletín No. 172-173 – 26 de Marzo-26 de Abril de 2002

Impresiones del Obispo Vietnamita

Como hemos ya escrito en el número anterior del Bulletin, del 16 al 18 de marzo, el obispo vietnamita Mons. Nguyen Quang Tuyen, obispo de Bac Ninh, visitó de manera privada Medjugorje.

Dijo acerca de sus impresiones:

“… Quisimos venir a este lugar, donde la Virgen llama a la conversión y especialmente al rezo del Rosario. Cuando regresemos a Vietnam, hablaremos acerca de la llamada de la Virgen a la conversión, especialmente de la llamada a la adoración del Santísimo Sacramento y de la oración por la paz. Les pedimos que oren por los católicos de Vietnam, a fin de que puedan crecer en la fe, en la oración y en la paz.”