Mensaje anual del 18 de Marzo de 2014 a Mirjana

“Queridos hijos, como Madre deseo ayudaros, deseo ayudaros con mi amor materno para que abráis vuestro corazón y en él, pongáis a mi Hijo en el primer lugar. Deseo que, a través de vuestro amor a mi Hijo y por medio de vuestra oración, resplandezca en vosotros la luz de Dios y os llene la misericordia de Dios. Deseo, de esta manera, ahuyentar las tinieblas y la sombra de muerte que desea envolveros y seduciros; deseo que sintáis la alegría de la bendición de la promesa de Dios. Vosotros, hijos de los hombres, vosotros sois hijos de Dios, vosotros sois mis hijos. Por eso, hijos míos, id por los caminos donde mi amor os conduce: os enseña la humildad, la sabiduría y os hace encontrar el camino hacia el Padre Celestial. Orad conmigo por aquellos que no me aceptan y no me siguen. Debido a la dureza de su corazón, no pueden sentir la alegría de la humildad, de la devoción, de la paz y del amor, la alegría de mi Hijo. Orad para que vuestros pastores, con sus manos benditas, os den siempre la alegría de la bendición de Dios. ¡Os doy las gracias!”