Mensaje del 25 de febrero de 2016

“Queridos hijos, en este tiempo de gracia os invito a todos a la conversión. Hijos míos, vosotros amáis poco y oráis aún menos. Estáis perdidos y no sabéis cuál es vuestro propósito. Tomad la cruz, mirad a Jesús y seguidle. Él se entrega a vosotros hasta la muerte en la cruz, porque Él os ama. Hijos míos, os invito a regresar a la oración con el corazón, para que en la oración podáis encontrar la esperanza y el sentido de vuestra existencia. Yo estoy con vosotros y oro por vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”