Mensaje del 25 de Mayo de 2012

“Queridos hijos: También hoy os invito a la conversión y a la santidad. Dios os quiere dar alegría y paz a través de la oración, pero vosotros hijos míos, aún estáis lejos, apegados a la tierra y a las cosas terrenales. Por eso os invito nuevamente: abrid vuestro corazón y vuestra mirada hacia Dios y hacia las cosas de Dios, y la alegría y la paz reinarán en vuestros corazones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

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