Mensaje del 25 de Septiembre de 2012

“¡Queridos hijos! Mientras miráis en la naturaleza la riqueza de colores que el Altísimo os da, abrid el corazón y orad con agradecimiento por todo el bien que tenéis, y decid: “he sido creado aquí para la eternidad”, y anhelad las cosas celestiales, porque Dios os ama con un amor infinito. Por eso, Él también me dio a vosotros para deciros: solamente en Dios está vuestra paz y esperanza, queridos hijos. Gracias por haber respondido a mi llamada”.

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