Mensaje del 25 de junio de 2017

“Queridos hijos: Hoy quiero agradeceros vuestra perseverancia e invitaros a abriros a la oración profunda. Hijos míos, la oración es el corazón de la fe y de la esperanza en la vida eterna. Por eso, orad con el corazón hasta que vuestro corazón cante con gratitud a Dios Creador que os ha dado la vida. Yo estoy con vosotros, hijos míos, y os traigo mi bendición maternal de paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”