1 de julio de 2004 Queridos hijos de Medjugorje, ¡Alabados sean Jesús y María!

1 – Para el 23° aniversario de las apariciones, se congregaron multitudes en Medjugorje. Fue para todos una hermosa sorpresa oír el bello mensaje dado por la Gospa en esta ocasión (ver PS, mensaje del 25 de junio). ¡La alegría del Cielo había acudido a la cita y se leía sobre los rostros!
Este mensaje aparentemente tan simple, contiene a mi entender, si sabemos leerlo entre líneas, una clave importante para la comprensión del pensamiento de la Virgen en lo que respecta al porvenir. La Gospa, en su aniversario, reúne a una cantidad inmensa de sus hijos venidos de los cinco continentes, y en ese día cuando ella es escuchada por tantos hijos suyos con suma atención, nos reveló la siguiente confidencia: “los grupos de oración son fuertes”. ¿Por qué no habrá dicho en cambio: las parroquias son fuertes, o las familias son fuertes, o los seminarios son fuertes, etc…???  Todo el mundo puede adivinar la razón: ¿las familias acaso no se encuentran en este momento más debilitadas que nunca? Al designar a los grupos de oración, la Reina de la Paz parece indicarnos cuál es la fuente principal de su esperanza para el porvenir del mundo y de la Iglesia. Ella cuenta prioritariamente con los grupos de oración, que tienen  y tendrán por cierto un papel preponderante en la Iglesia, son los que anticipan el Nuevo Pentecostés de Amor: “… a través de ellos puedo ver, hijitos, que el Espíritu Santo obra en el mundo”, nos dice. Así como un pararrayos atrae las descargas eléctricas de la atmósfera, el Fuego del Espíritu Santo es atraído por los grupos de oración. Hemos visto cómo en tiempos de persecución, pequeños grupitos orantes han logrado conservar viva la fe en sus países. Hoy en día, Occidente está siendo perseguido por el materialismo, el satanismo y por la imposición de leyes que ofenden gravemente al Creador. Ahora bien, para conformar un grupo de oración, basta que dos o tres personas unan sus voces para orar a Dios en un solo corazón. ¡Miles de grupos de oración se han formado en el mundo a partir de Medjugorje, algunos son pequeñitos en cantidad de personas pero ¡cuánta importancia tienen ante Dios! La Gospa tiene predilección por lo que está oculto a los ojos de los hombres pero que brilla esplendoroso ante los ojos de Dios. Lo grandioso radica en la unión de los corazones, una unión que día a día se torna más divina. Y esta unión constituye la verdadera fuerza. ¡Es realmente dinamita! Satanás aborrece esta clase de unidad. Cuando la Gospa comenzó a aparecerse en Medjugorje, la parroquia ya existía, al igual que las familias y las comunidades religiosas (franciscanas). ¡Pero ella quiso crear un grupo de oración nuevo! Eligió a sus responsables y aún señaló nominalmente a algunos jóvenes que se convertirían en miembros del mismo. ¡Esto sin exclusión del resto, sino todo lo contrario! Bendijo y guió a la Parroquia y a sus familias, y sigue bendiciendo a la Iglesia entera, pero sabe que estas realidades sólo están vivas en Dios en la medida en que la unión de los corazones predomine en ellas. “Queridos hijos, la finalidad del grupo de oración, no es la oración en sí, ¡sino el amor! Y la oración es el medio para alcanzar el amor.” ¡Las parroquias y las familias deberían constituir los grupos de oración más bellos! Con respecto a las familias puntualizó: “Que sus familias sean su primer grupo de oración” Una familia es fuerte sólo cuando sus miembros viven esa unión de amor en Dios entre ellos, y podemos decir lo mismo de las parroquias, de las comunidades religiosas o de los distintos movimientos cristianos. Los grupos de oración tienen la misión de promover la comunión entre los miembros de las familias y de las parroquias; y si realmente la cumplen, surgirán iniciativas, al igual que vocaciones.

La educación intensiva que la Gospa impartió a los jóvenes del grupo de oración contenía exigentes ejercicios de acogida mutua y caridad fraterna. Las simpatías y atracciones naturales debían ceder el lugar a ese amor sobrenatural, gozoso y oblativo, que el Espíritu Santo derrama en los corazones. A primera vista, las exigencias y los sacrificios pedidos por la Virgen a estos adolescentes pueden parecer duros, pero ninguno de ellos se lamenta en la actualidad de haber pertenecido a tal escuela. ¡La escuela de la Madre de Dios! Los jóvenes tienen necesidad de exigencias, ¡las buscan! (Tenemos excesivo miedo de desanimar a los jóvenes si les presentamos el Evangelio con todas sus exigencias, ¡pero cuántos santos no hubieran nunca llegado a la santidad si se les hubiera presentado una visión edulcorada de la vida cristiana! ¿No es precisamente esta visión edulcorada la que ha vaciado nuestras iglesias?)

El 23 de mayo de 1983, la Virgen le dijo a Jelena Vasilj (PS 2): “Reúne a una veintena de jóvenes que estén dispuestos a seguir a Jesús sin reservas. Tienes un mes para reunirlos. Yo los iniciaré en la vida espiritual. Pueden también ser más de veinte. Inclusive pueden ser adultos o niños; a condición de que todos acepten la regla.
A estas personas les pediré que hagan penitencia por ciertas intenciones. Ayunarán y orarán por el obispo. Renunciarán a aquello que más les agrada la bebida, el café, los placeres, la televisión. Es necesario que haya personas deseosas de consagrarse a la vida espiritual y otras prontas a consagrarse más especialmente a la oración y al ayuno. Yo les daré las reglas que tendrán que seguir. Las personas que sigan estas reglas estarán consagradas, sea cual fuera su estado”.

En junio de 1983, la Virgen le dictó a Jelena las reglas del grupo de oración que comenzaba a constituirse. ¡Estoy segura que estas reglas moverán el corazón de muchos jóvenes, y no tan jóvenes, que se encuentran en la búsqueda de un camino que valga la pena!
“ 1. Renuncien a todas las pasiones y deseos desordenados. Eviten la televisión, particularmente las emisiones nefastas, los deportes excesivos, el goce intempestivo de los alimentos y bebidas, el alcohol, el tabaco, etc.
2. Abandónense plenamente en Dios.
3. Dejen de lado definitivamente toda angustia. Quien se abandona en Dios no tiene lugar en su corazón para la angustia. Las dificultades subsistirán, pero servirán para el crecimiento espiritual y para dar gloria a Dios.
4. Amen a sus enemigos. Quiten de sus corazones todo odio, amargura y juicio preconcebido. Oren por sus adversarios y atraigan sobre ellos la bendición divina.
5. Ayunen dos veces por semana a pan y agua.
6. Que el grupo se reúna por lo menos una vez por semana.
7. Consagren un mínimo de tres horas diarias a la oración, media hora por lo menos por la mañana y otro tanto por la noche. En ese tiempo de oración están comprendidas la santa misa y la oración del santo rosario. Resérvense momentos de oración a lo largo del día y, cada vez que las circunstancias lo permitan, reciban la santa comunión. Oren con gran recogimiento. No estén mirando el reloj, déjense conducir, en cambio, por la gracia de Dios. No se preocupen demasiado por las cosas del mundo, confíen todo en la oración a nuestro Padre Celestial. Si están muy preocupados, no podrán orar bien porque les faltará serenidad interior. Dios hará que todo lo de aquí abajo tenga buen fin si se empeñan por realizar Sus obras.
Aquellos que vayan al colegio o que trabajen deberán orar media hora por la mañana y por la noche, y si es posible, participar de la Santa Eucaristía. Deberán permanecer en espíritu de oración durante el trabajo cotidiano, es decir acompañar su trabajo con la oración.
8. Sean prudentes pues el demonio tienta a todos, y particularmente a los deciden consagrarse a Dios. Les sugerirá que oran demasiado, que exageran con el ayuno, que deben actuar como los demás jóvenes e ir al encuentro de los placeres. ¡No lo escuchen ni lo obedezcan! Deben escuchar la voz de la Gospa. Cuando estén fortalecidos en la fe, el demonio ya no podrá seducirlos.
9. Oren mucho por el obispo y los responsables de la Iglesia. Por los menos la mitad de sus oraciones y sacrificios deben estar dedicados a esta intención.

2 – ¡Los grupos de oración son una institución divina! En efecto, Jesús dijo a sus discípulos: “También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.” (Mt 18, 19-20). En el pensamiento judeo-cristiano, la expresión “en mi nombre” es muy rica en significado, veremos esto en una próxima ocasión.
Si la Gospa hoy nos señala esta fortaleza dentro de la Iglesia, es para invitarnos a que vivamos la felicidad de orar juntos! Si alguien se encuentra aislado en su fe y en su oración, que pida la gracia de encontrar un hermano o una hermana con quién orar; me parece que la Virgen no se la rechazará. Como dice Vicka: “Basta con pedir!”

Querida Gospa, ¿cómo orabas con José y Jesús en Nazaret?
¡Regálanos tu oración! ¿El tesoro de la madre, no pertenece acaso al hijo?

Sr. Emmanuel
© Children of Medjugorje 2004

PS1 Mensaje del 25 de junio de 2004
¡Queridos hijos! También hoy hay gozo en mi corazón. Deseo agradecerles por hacer que mi plan sea realizable. Cada uno de ustedes es importante, por eso hijitos, oren y alégrense conmigo por cada corazón que se ha convertido y que ha llegado a ser instrumento de paz en el mundo. Los grupos de oración son fuertes y a través de ellos puedo ver, hijitos, que el Espíritu Santo obra en el mundo. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

PS2 Jelena Vasilij, nacida el 14 de mayo de 1972 recibió el don de la locución interior el 15 de diciembre de 1982.