Queridos hermanos,
Permitidme que os escriba desde el corazón.
Doy gracias a Dios por las múltiples bendiciones que hemos ido recibiendo a lo largo de estos últimos años en la asociación.
Por un lado, tantos y tantos frutos que nos animan a continuar con este apostolado: cantidad de conversiones y sanaciones de cuerpo y alma que suceden en las peregrinaciones que organizamos; personas que viven una experiencia única en Medjugorje, donde sienten la llamada al cambio y a comprometerse con la Iglesia hasta el punto de que, incluso a algunas de ellas, les ha surgido la vocación a la vida consagrada y sacerdotal; visitas en la página web que sacian la sed de tantos peregrinos que están deseosos de conocer los Mensajes de María, las noticias que suceden en Medjugorje, las peregrinaciones que hay, etc.
Por otro lado, la ayuda inestimable de almas generosas que nos ha permitido tirar adelante los proyectos que nos ha ido inspirando la Virgen a lo largo de los años y, consecuentemente, que todos esos frutos alcancen cada vez a más personas.
Gracias, gracias y gracias Señor por tantos regalos y gracias por seguir llamándonos a ser instrumentos de tu gracia.
Pero el motivo de mi carta no es explicar lo que muchos ya sabéis y experimentáis. Lo que quiero explicaros es cómo la Gospa nos ha bendecido con una casa de espiritualidad, cerca de Barcelona. Esta casa nos la han cedido por un largo periodo para poder rezar, realizar encuentros, impartir retiros, etc. Hace poco más de un año que disponemos de ella y ya se ha convertido en un verdadero centro de espiritualidad de María Reina de la Paz.
La casa ofrece muchas posibilidades porque disponemos de capilla, de un buen salón–comedor y de varias habitaciones con un total de 25 camas. Además, a nuestro alrededor disfrutamos de un bosque particular de 4.000 m2 que nos abre la posibilidad de hacer muchas cosas. Así, esta casa de espiritualidad, a la que llamamos “Vil.la Gospa”, nos ha facilitado el iniciar “Grupos de Oración de Niños, Familias y Amigos” con el objetivo de aprender a rezar con el corazón, tal y como la Virgen nos invita. Esto lo hacemos cada segundo y cuarto sábado de mes. Actualmente, Vil.la Gospa acoge en estos encuentros de oración y formación a unas 70 personas, además de los jóvenes que se reúnen en otros retiros de fin de semana. Vil.la Gospa, se ha convertido pues, en un lugar de familias, jóvenes y niños que comparten su ilusión por profundizar en la Escuela de María.
Tenemos muchos sueños y con Vil.la Gospa se nos ha abierto un horizonte donde poder realizar innumerables planes y proyectos. Muchos de estos sueños se van haciendo realidad, ya que se han comprometido muchas personas y familias dispuestas a ayudar en el mantenimiento de la casa, en la decoración, en la biblioteca, etc. Dentro de estas ayudas, hemos recibido la alegría de que nuestros hermanos del Cenáculo se han ofrecido a habilitar el bosque que rodea la casa, el cual ahora mismo permanece abandonado, para que así los niños encuentren en Vil.la Gospa no sólo un lugar de oración, sino también de recreo y de fraternidad con otros niños, tal como se propuso San Juan Bosco con su oratorio de Valdocco. ¡Ya veis qué alegría tenemos todos!
Lógicamente, siempre se nos plantean retos ante las adversidades que nos van surgiendo. Ahora mismo, para poder realizar el trabajo de limpieza del bosque, necesitamos herramientas de las que no disponemos, como por ejemplo:
Sopladoras, desbrozadoras con intercambio de cuchillas, corta-setos, escobas metálicas, moto-sierra, carretillas, rastrillos, guantes, herramientas manuales para podar, palas de hierro para recoger y cualquier otra herramienta útil para un jardín.
Si alguno de los que leáis esta carta conocierais a alguien que nos pudiera prestar o donar alguna de estas herramientas, os lo agradeceríamos mucho.
También nos faltan mesas de jardín y sillas y, todo aquello de lo que queráis desprenderos de vuestra casa, será muy bienvenido también.
Nuestra asociación tiene pocos recursos económicos, ya que prácticamente nos financiamos con donativos. Por eso, os pedimos vuestra ayuda.
Estamos muy agradecidos por la generosidad de la comunidad del Cenáculo. Como muchos de vosotros ya sabéis, el Cenáculo es un centro donde los chicos que residen allí tienen como fin rehabilitarse de su dependencia a la droga, al alcohol y otras adicciones, a través del trabajo, la oración, el ayuno y la fraternidad. Ellos viven de la Providencia, por lo que no han pedido nada a cambio de su trabajo. Sin embargo, nos gustaría agradecerles su esfuerzo y tiempo proporcionándoles comida, material para la higiene personal y libros de espiritualidad de Medjugorje. Por tanto, si alguien pudiera aportar alguna de estas cosas, los chicos del Cenáculo lo recibirán con los brazos abiertos.
Para cualquier ayuda podéis escribir a Lourdes Rueda al correo virgendemedjugorje@amordedeu.org o bien llamar al teléfono 651.178.750.
Espero que estas humildes palabras que salen directamente de mi corazón alcancen los vuestros. Y, de corazón a corazones, os pido que no os olvidéis de rezar por nosotros, para que podamos seguir siendo fieles a la llamada que la Virgen nos ha dado, procurando siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.
¡Unidos en Cristo y en la oración!
Oriol Vives
