15 de junio de 2004 Queridos hijos de Medjugorje, ¡Alabados sean Jesús y María!

1 – Nos quedan algunos días antes del precioso 25 de junio, ¡vigésimo tercer aniversario de las apariciones! Cuando una fiesta ha sido bien preparada, luego es bien celebrada. ¿Cómo podemos prepararle un regalo de cumpleaños para la Gospa, cómo agradecerle y hacer que se sienta lo más feliz posible? ¿Cómo podemos corresponder a su infatigable paciencia para con nosotros, a su amor tan tangible en estas venidas a Medjugorje? Cada uno sabrá encontrar la respuesta en el fondo de su corazón, respuesta que la Virgen misma se encargará de soplarle en la oración; ¡y será el mejor de los regalos! Les cuento una respuesta que me llegó en estos días. La Gospa expresó a menudo al grupo de oración de jóvenes que cuando vienen a orar junto con su Hijo Jesús y que nuestros corazones están unidos por el amor, ella siente una gran alegría. En efecto, ¡una fuerza inimaginable se desprende de esta unión de corazones en el orden de la gracia! Un grupo de oración, una familia, una parroquia viviente donde reine el amor, son más poderosos que una central atómica! Esto es lo que la Gospa desea construir ardientemente entre sus hijos; pero por otra parte es también lo que Satanás intenta destruir con más saña. Y de allí se desprende una idea para el regalo: descubrir en nuestra vida concreta los impedimentos que frenan esta unión, y ver cómo, con la ayuda de María, impediremos que Satanás se meta en nuestras vidas por medio de malos entendidos, incomprensiones o rechazos mutuos. (Ver PS 1)
Para que nuestra gestión sea real y concreta, podríamos escribirle una carta a la Virgen, como suelen hacerlo tantos peregrinos, una carta donde le abramos lo mejor de nuestro corazón. Si una madre humana se emociona al recibir una carta de su hijo, cuánto más se conmoverá a nuestra Madre celestial! Las cartas de amor depositadas al pie de la Gospa son innumerables, sin contar las que ella encuentra sobre la colina de las apariciones, entre dos piedras! La Gospa responde siempre a las cartas que recibe, hablando directamente a los corazones a través de los acontecimientos, etc… ¡los testimonios superabundan! Cuando un peregrino me pide que rece a la Virgen por él, lo hago por supuesto y también lo invito a que él ore confiado, a menudo le sugiero que le escriba a su Madre del Cielo. He comprobado que de esta forma las gracias llueven más copiosas y se crea un nuevo vínculo entre “la Madre y su hijo”.
Este bello relato de Zeliko habla por sí mismo. Zeliko pertenecía al grupo de oración y amaba tiernamente a la Virgen, entre ambos había un pequeño secreto: como él vivía muy cerca de los videntes, se las arreglaba siempre para depositar sobre el mismo lugar de las apariciones un pequeño mensaje para la Virgen antes de su venida. A menudo, sus pequeñas misivas de amor se limitaban a unos pocos renglones escritos a las apuradas por falta de tiempo. A veces, un simpre dibujo de un corazón en un pedacito de papel. Un día, Zeliko rompió con esa bella tradición absorbido por el gran número de peregrinos que lo tenía atareado todo el tiempo, y durante ocho días hizo “huelga de cartas de amor”. Por otro lado, una especie de duda lo asaltaba: “¿Y si, mis notitas no sirven para nada? ¡Qué va a hacer la Gospa con mis míseros garabatos! Ella ve mi corazón, y eso es lo esencial…”. De todas formas, el noveno día volvió a colocar unas líneas en su escondite secreto, justo antes de la aparición, sin decirle nada a nadie por supuesto. Apenas terminada la aparición, Maríja se incorporó y comienzó a buscar con la mirada a este hermano con aire intrigado.

  1. Zeliko, ¡ven aquí!
  2. ¿Qué pasa?, preguntó Zeliko con voz inquieta.
  3. ¡La Gospa estaba supercontenta! Me dijo que te  transmitiese este mensaje: “Te agradezco mucho por tu carta, me causó gran alegría. Durante estos ocho días, extrañé tanto tus notitas!” Me dijo que te dijera eso.

Zeliko se derretía de felicidad y permaneció absorto por largo tiempo.
Así de sublime es la Madre que nos dio Jesús… ¿Quién puede imaginar aunque sea la centésima parte de la alegría que le causa el más pequeño gesto de amor de parte nuestra? Nuestras cartas conmueven profundamente sul corazón. El 25 de junio próximo, para agradecerle su permanencia con nosotros desde hace tanto tiempo, algunos van a escribirle las 23 principales razones que tienen para agradecerle, dicho de otra forma, recordarán las 23 gracias que han recibido de parte suya a lo largo de su vida, desde su infancia. Es una sugerencia entre otras, ¡una sugerencia positiva! Porque frecuentemente somos más proclives a pedir que a agradecer. Cuando agradecemos, aprendemos a ser felices, y otras gracias son liberadas (PS2)

2 – El Santo Padre ha realizado un maravilloso acto profético con la apertura del Año de la Eucaristía, en la reciente fiesta de Corpus Christi! ¡Qué alegría! ¡Vamos a hacer todo lo que esté a  nuestro alcance para vivir verdaderamente este año como el Papa nos lo recomienda! Es una nueva ocasión que el Cielo nos ofrece para atraer el mundo hacia el Corazón de Jesús, y queremos acogerla con seriedad!
En Medjugorje, todos los mensajes nos conducen a centrarnos en la Eucaristía, en Jesús vivo. La Gospa nos propone que  de la misa nuestra vida (25-1-98), de “vivir diariamente la misa si las circunstancias no lo permiten”, nos dice que “nada puede reemplazar la misa”, y también: “Cuando están en Misa, queridos hijos, no son conscientes”, “no celebran la Eucaristía como deberían. Si supieran cuántas gracias y dones reciben, se prepararían para la misa cada día durante al menos una hora” (1985) “La misa es la oración más sublime” (mensajes citados por los videntes con frecuencia).
A veces circunstancias tales como una enfermedad o la ausencia del sacerdote no nos permiten asistir diariamente a misa. Pero Jesús no por eso ceja en sus ansias de unirse a nosotros! Podemos entonces hacer una “comunión espiritual” o una comunión de deseo, es decir invitar a Jesús a venir a nosotros como en una comunión sacramental. Vendrá con alegría, se entregará a nosotros según la apertura de nuestro corazón comunicándonos todos los dones que tiene en reserva para nosotros. Muchos santos hacían numerosas “comuniones espirituales” a lo largo del día, y es por ello que avanzaban en la santidad a pasos agigantados. Por ejemplo, sor Faustina entabló un tal diálogo de amor con Jesús Eucaristía que recibió la gracia de conservarlo constantemente en ella, tal como ella se lo había pedido. El Papa de “Totus Tuus”, que María “ha elegido para estos tiempos”, desea indicarnos el mejor camino de felicidad y de gloria antes de su retorno a la casa del Padre. Como buen pastor nos dice en resumidas cuentas: aquí tienen la mejor de las comidas, permanezcan focalizados en Jesús vivo, tómenlo, cómanlo, adórenlo! Eh aquí un extracto de su Encíclica sobre la Eucaristía: “Si, en nuestra época, el cristianismo debe distinguirse sobre todo por el “arte de la oración”, como no experimentar el renovado deseo de permanecer largo tiempo en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento? Muchas veces, queridos hermanos y hermanas, he tenido esta experiencia y he recibido fuerza, consolación y sostén!” “Deseo nuevamente volver a decir esta verdad, uniéndome a ustedes queridos hermanos y hermanas, en adoración frente a este gran misterio, misterio de misericordia. ¿Qué más podía hacer Jesús por nosotros? En la Eucaristía nos muestra verdaderamente un amor que llega “hasta el extremo” (cf. Jn 13, 1), un amor que no conoce medidas” (15) (De la presentación realizada por Mons. Jean-Pierre Ricard presidente de la Conferencia episcopal francesa a la encíclica Ecclesia de Eucharistia – La Iglesia vive de la Eucaristía – 2003)

3 – Tenemos una pequeña imagen del Angel de Fátima en nuestro oratorio, llamado también el “Angel de la Eucaristía”, porque se apareció a los tres pastorcitos llevando un cáliz en su mano. Medjugorje es la continuación de Fátima, un lugar donde la Virgen quiere realizar los secretos comenzados en Fatima (Ver PS 3) Sepamos que para aprovechar al máximo este providencial año de la Eucaristía, ¡tenemos un amigo celestial a nuestra disposición! ¿Por qué no aceptar su ayuda angelical que es tan poderosa y recurrir a él de manera especial? El nos comunicará esa misma unción que le fue acordada a los pastorcitos de Fátima, ese espíritu de adoración y consciencia de la grandeza de Dios, tan ignorado por nuestro mundo materialista! La videne Lucia relata así ese momento inolvidable de su vida:
“Apenas habíamos llegado, nos arrodillamos, el rostro en tierra, y comenzamos a repetir la plegaria del ángel: ‘Dios mío, creo, adoro, espero y te amo…’ No sé qué cantidad de veces habremos repetido esta oracióncuando vimos brillar una luz desconocida por encima de nuestras cabezas. Nos incorporamos para observar qué estaba aconteciendo y volvimos a ver al Angel. Sostenía un cáliz en su mano izquierda y por encima del mismo había una hostia. Algunas gotas de sangre se desprendían de ella y caían en el caliz. El Angel dejó el caliz suspendido en el aire, se arrodilló junto a nosotros y nos hizo repetir tres veces: ‘Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te ofrezco el precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias por las cuales eres ofendida, y por los méritos del Sacratísimo Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores’’. Luego, se incorporó y tomó nuevamente el cáliz y la Hostia en sus manos. Me dio la santa Hostia, a Jacinta y a Francisco les hizo beber del cáliz diciendo: ‘Tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparen sus crímenes y consuelen a su Dios’. Y postrándose nuevamente en tierra, repitió con nosotros por tres veces consecutivas la misma jaculatoria: ‘Santísima Trinidad…’ y luego desapareció. Permanecimos postrados, repitiendo una y otra vez las mismas palabras. Cuando finalmente nos incorporamos, vimos que ya era de noche y que era hora de volver a casa”. (Memorias de Sor Lucía p. 65, 1991)

Querida Gospa, introdúcenos en tu silencio adorador,
¡restaura el espíritu de adoración en nuestros corazones agitados y sedientos!
Sr. Emmanuel
© Children of Medjugorje 2004

PS 1: “… Hijitos oren y no permitan que Satanás obre en sus vidas a través de malentendidos, incomprensiones y falta de aceptación entre unos y otros…” (mensaje del 25-1-90)

PS2: Si les parece podrían colocar sus cartas detrás de un ícono o una imagen de María que tengan en sus hogares o en sus Parroquias.

PS3: “…Los invito a la renuncia durante nueve días para que, con la ayuda de ustedes, todo lo que quería que se realizara por medio de los secretos que comenzaron en Fátima, pueda cumplirse. Los invito, hijos queridos, a comprender la importancia de mi venida y la seriedad de la situación. Deseo salvar a todas las almas y presentarlas a Dios. Por eso, oremos para que todo lo que he comenzado se realice totalmente. (25-8-91)

PS4: Agradecemos a nuestros hermanos de Cipoletti, de Tandil y de Once (Capital) – Argentina, por su contribución para el proyecto televisivo satelital, que ya ha sido enviada para Children of Medjugorje.