Boletín nº 126 – 22 de Septiembre de 1999

Celebración de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz

La festividad de la Exaltacion de la Santa Cruz fue celebrada este año el 12 de septiembre en el Krizevac. En presencia de varias decenas de miles de fieles, la Santa Misa celebrada fue presidida por Fr. Stanko Dodig, guardián del monasterio capuchino en la parroquia de la Madre de Dios de Lourdes de Rijeka, junto con 80 sacerdotes. Tal como en años anteriores, un gran flujo de peregrinos se volcó en Medjugorje ya a contar de las primeras horas de la madrugada. Muchos de ellos caminaron cientos de kilometros, algunos descalzos.

El 8 de septiembre fue celebrada solemnemente la festividad de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María. Ya en esa ocasión se había congregado un gran número de creyentes; muchos de ellos se quedaron en Medjugorje para la celebración de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz.

Impresiones de la Peregrinación a Medjugorje de Mons. Tadeusz Werno

Medjugorje es visitado por un número en aumento de obispos provenientes de diversas partes del mundo. Uno de ellos es Mons. Tadeusz Werno, obispo de la ciudad polaca de Koszalin, de cuya visita informamos brevemente en Press Bulletin núm. 124. Después de algunos días transcurridos en Medjugorje dijo, entre otras cosas, lo siguiente acerca de sus impresiones:

“Este año celebro el aniversario núm. 25 de obispado. Es un aniversario de plata. Aquí me encuentro por primera vez por sugerencia del párroco de Podstrzel, ciudad del norte de Polonia, quién está profundamente compenetrado en el espíritu de Medjugorje. Cuando hablamos en una ocasión, me convenció de que debía acudir a Medjugorje y en ese sentido se puso a mi disposición. Ha sido así que he venido.

La experiencia de las personas que vienen a Medjugorje confirman que este es un lugar de gracia. Muchos se convierten, regresan al camino de la verdad. Yo reconozco que también rezo el Rosario, pero me canso ya en la primera parte. Aquí he podido, quizás por primera vez, rezar las tres partes del Rosario. La gente reza en idiomas diferentes, pero eso no cansa en absoluto. Es hermoso escucharlo. He visto que muchos se confiesan, retornan a la Santa Misa, a la Santa Comunión, a la unidad con Dios, que está aquí presente entre nosotros. Yo verdaderamente me alegro porque veo que aquí en Medjugorje los franciscanos, nuestros hermanos, por medio de la Virgen conducen la gente a Jesús. Se los agradezco. Me gusta en especial la devoción del Via Crucis en el Krizevac. Esto es muy hermoso. Encontré a una de las videntes y conversé con ella. Estuve en la comunidad de Sor Elvira, la cual ayuda a los jóvenes con problemas de adicción. Este es realmente un fruto maravilloso de los eventos de Medjugorje. Además, ayer observé a la gente durante la Santa Misa. Jóvenes, hombres adultos, niños – oran, están arrodillados durante horas, se confiesan. Eso es lo que necesitamos. Yo creo en Jesús y no necesito las apariciones de Lourdes, Fátima y Medjugorje, pero necesito el alimento que éstas nos muestran y al cual nos conducen. Aquí se insiste en la Santa Misa como centro de la vida. Hay que decir lo que Jesús dijo: “Reciban el Espíritu de Dios, el Espíritu de la verdad, el Espíritu del amor, sean mis testigos en todos los lugares del mundo, en la familia, en la calle, en la escuela, por dondequiera. Tengan el valor de hacer el signo de la Cruz, alégrense.

Al final, les deseo a ustedes franciscanos que perseveren en esta grandiosa tarea, que continúen siendo instrumentos en las manos de Dios. Estoy convencido de que el Santo Padre actual bendice vuestro servicio en Medjugorje, que en su corazón piensa en ustedes, ya que él ama mucho a la Virgen. Que Dios por intercesión de María los bendiga a todos ustedes junto con todos los peregrinos. Deben perseverar. Esto es grandioso.”

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