Mensaje del 12 de Junio de 1986

Queridos hijos, hoy los invito a comenzar a rezar el Rosario con fe viva. De este modo podré ayudarlos. Ustedes, queridos hijos, desean recibir las gracias pero no oran. No puedo ayudarlos porque ustedes no se deciden a actuar. Queridos hijos, los invito a rezar el Rosario para que el Rosario sea un compromiso que cumplan con alegría. Así comprenderán porqué estoy desde hace tanto tiempo con ustedes. Deseo enseñarles a orar. Gracias por haber respondido a mi llamado.