Mensaje del 14 de Febrero de 1985

Queridos hijos, hoy es el día en que doy mi mensaje para la parroquia, pero no toda la parroquia acepta y vive los mensajes. Estoy triste y deseo que ustedes, queridos hijos, escuchen y vivan mis mensajes. Cada familia debe orar unida y leer la Biblia. Gracias por haber respondido a mi llamado.