Mensaje del 19 de Junio de 1986

Queridos hijos, en estos días el Señor me ha permitido obtenerles aún más gracias. Por eso, queridos hijos, deseo invitarlos nuevamente a que oren. Oren sin cesar y así les daré el gozo que el Señor me da a mí. Con estas gracias, hijitos, deseo que sus sufrimientos se transformen en gozo. Soy su Madre y deseo ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado.