Mensaje del 2 de Diciembre de 2009

“Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, Yo como Madre, deseo mostraros lo que es más importante: vuestra alma. ¿Puede nacer en ella Mi Hijo? ¿El amor, os ha purificado de la mentira, de la soberbia, del odio y de la maldad? ¿Amas tu alma, sobre todas las cosas, a Dios como Padre y al prójimo en Cristo? Yo os muestro el camino que elevará vuestra alma a la unión plena con Mi Hijo. Deseo que Mi Hijo nazca en vosotros. ¡Qué alegría para mí, la Madre! ¡Os lo agradezco!”