Mensaje del 20 de Marzo de 1986

Queridos hijos, hoy los invito a ser activos en la oración. Ustedes quieren vivir todo lo que les digo pero no lo logran porque no oran. Queridos hijos, les ruego que abran sus corazones y comiencen a orar. Si lo hacen, la oración se convertirá para ustedes en gozo. La oración no será aburrida porque orarán por puro gozo. Gracias por haber respondido a mi llamado.