Mensaje del 21 de Marzo de 1985

Queridos hijos, deseo continuar dándoles los mensajes y por eso, hoy los invito a que vivan y acepten mis mensajes. Queridos hijos, los amo y he elegido de manera especial esta parroquia, que me es predilecta, y en la que me he quedado con agrado desde que el Todopoderoso me ha enviado. Es por eso que los invito a que me acepten, hijos queridos, para que ustedes también experimenten un mayor bien. ¡Escuchen mis mensajes! Gracias por haber respondido a mi llamado.