Mensaje del 23 de Octubre de 1986

Queridos hijos, hoy también los invito a la oración. De un modo especial, hijitos, los invito a que oren por la paz. Queridos hijos, sin sus oraciones yo no puedo ayudarlos a llevar a cabo el mensaje que el Señor me ha dado para ustedes. Por lo tanto, hijitos, oren para que en la oración lleguen a conocer la paz que Dios les da. Gracias por haber respondido a mi llamado.