Mensaje del 24 de Julio de 1986

Queridos hijos, estoy llena de alegría por todos los que se encuentran en el camino de la santidad y les ruego que ayuden con sus testimonios a todos los que no saben vivir en santidad. Por eso, queridos hijos, que su familia sea el lugar donde nazca la santidad. Ayuden a que todos vivan la santidad, especialmente en sus familias. Gracias por haber respondido a mi llamado.