Mensaje del 25 de Abril de 2004

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a vivir aún más fuertemente mis mensajes en humildad y amor a fin de que el Espíritu Santo los llene de su gracia y de su fuerza. Solamente así serán testigos de la paz y del perdón. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

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