Mensaje del 25 de Enero de 2011

“Queridos hijos, también hoy estoy con vosotros y os miro y os bendigo, y no pierdo la esperanza de que este mundo cambie para bien y la paz reine en los corazones de los hombres. La alegría reinará en el mundo porque os habéis abierto a mi llamada y al amor de Dios. El Espíritu Santo está cambiando a una multitud que ha dicho sí. Por eso deseo deciros: ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

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