Mensaje del 25 de Junio de 1997

Queridos hijos, hoy estoy con ustedes de un modo especial y les traigo mi bendición maternal de paz. Oro por ustedes e intercedo por ustedes ante Dios para que comprendan que cada uno de ustedes es portador de paz. No pueden tener paz si sus corazones no están en paz con Dios. Por eso, hijitos, oren, oren, oren, porque la oración es el fundamento de su paz. Abran sus corazones y denle tiempo a Dios para que Él sea su amigo. Cuando se tiene verdadera amistad con Dios ninguna tempestad puede destruirla. Gracias por haber respondido a mi llamado.