Mensaje del 25 de Mayo de 2001

Queridos hijos, en este tiempo de gracia los invito a la oración. Hijitos, trabajan mucho pero sin la bendición de Dios. Bendigan y busquen la sabiduría del Espíritu Santo para que los guíe en este tiempo, a fin de que comprendan y vivan en la gracia de este tiempo. Conviértanse, hijitos, y arrodíllense en el silencio de su corazón. Pongan a Dios en el centro de su ser, para que puedan en alegría testimoniar las bellezas que Dios les da continuamente en su vida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario