Mensaje del 25 de noviembre de 2018

”Queridos hijos, este es un tiempo de gracia y de oración, un tiempo de espera y de donación. Dios se da a vosotros para que lo améis por encima de todo. Por eso, hijos míos, abrid vuestros corazones y vuestras familias para hacer que esta espera se convierta en oración y amor, y especialmente en donación. Yo estoy con vosotros, hijos míos, y os exhorto a no renunciar al bien, porque los frutos se ven y se escuchan a lo lejos. Por eso el enemigo está enojado y utiliza todo para alejaros de la oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Click here to print.