Mensaje del 25 de Septiembre de 2011

“¡Queridos hijos! Os invito a que este tiempo sea para todos vosotros tiempo de testimonio. Vosotros, los que vivís en el amor de Dios y habéis experimentado sus dones, testimoniadlo con vuestras palabras y vuestra vida para que sean alegría y estímulo en la fe para los demás. Yo estoy con vosotros e intercedo incesantemente delante de Dios por todos: para que vuestra fe sea siempre viva y alegre y en el amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Comentario