Mensaje del 25 de septiembre de 2016

“Queridos hijos! Hoy os invito a la oración. Que la oración sea vida para vosotros. Solamente así vuestro corazón se llenará de paz y alegría. Dios estará cerca de vosotros, y vosotros lo sentiréis en vuestro corazón como un amigo. Hablaréis con Él como con alguien que ya conocéis e, hijos míos, sentiréis la necesidad de testimoniar, porque Jesús estará en vuestro corazón y vosotros estaréis unidos en Él. Yo estoy con vosotros y os amo a todos con mi amor materno. Gracias por haber respondido a mi llamada.”