Mensaje del 25 de Septiembre de 1997

Queridos hijos, hoy los invito a que comprendan que sin amor no pueden entender que Dios debe estar en el primer lugar en sus vidas. Por eso, hijitos, los invito a todos a amar, no con amor humano, sino con el amor de Dios. Así sus vidas serán más hermosas y no interesadas. Comprenderán que Dios se da por amor del modo más simple. Hijitos, para que puedan comprender mis palabras, que les doy por amor, oren, oren, oren y así podrán aceptar con amor a los demás y perdonar a todos aquellos que les han hecho mal. Respondan con oración; la oración es el fruto del amor hacia Dios Creador. Gracias por haber respondido a mi llamado.