Mensaje del 25 de Septiembre de 2004

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a ser amor allí donde haya odio, y alimento allí donde haya hambre. Hijitos, abran sus corazones y que sus manos estén extendidas y sean generosas, para que cada criatura, a través de ustedes, agradezca a Dios Creador. Oren, hijitos, y abrán su corazón al Amor de Dios; ustedes no pueden si no oran. Por eso, oren, oren, oren. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

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