Mensaje del 25 de mayo de 2017

“Queridos hijos, el Altísimo me ha permitido invitaros de nuevo a la conversión. Hijitos, abrid vuestros corazones a la gracia a la que estáis todos invitados. Sed testigos de la paz y del amor en este mundo inquieto. Vuestra vida aquí en la Tierra es pasajera. Orad para que a través de la oración anheléis el Cielo y las cosas del Cielo, y vuestros corazones verán todo de manera diferente. No estáis solos, yo estoy con vosotros e intercedo ante mi Hijo Jesús por vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”