Mensaje del 31 de Julio de 1986

Queridos hijos, el odio engendra discordia y no ve nada ni a nadie. Los invito a que lleven siempre la paz y la concordia dondequiera que estén. Actúen siempre con amor. Que el amor sea siempre su único medio de defensa. Con el amor conviertan en bien todo lo que satanás quiere destruir y tomar para sí. Solamente así ustedes serán completamente míos y yo podré ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado.