Mensaje del 4 de Abril de 1985 (Jueves Santo)

Queridos hijos, les doy las gracias porque en sus corazones han comenzado a pensar más en la gloria de Dios. Hoy es el día en que quería dejar de darles los mensajes porque algunos no los han aceptado. Pero la parroquia ha respondido y deseo continuar dándoles los mensajes, y lo seguiré haciendo como nunca antes ocurrió en la historia desde el comienzo del mundo. Gracias por haber respondido a mi llamado.