Mensaje del 4 de Setiembre de 1986

Queridos hijos, hoy también los invito a la oración y al ayuno. Sepan, hijitos, que con su ayuda puedo hacerlo todo y obligar a satanás que no siga instigando a nadie al mal y a que se aleje de este lugar. Satanás está al acecho, queridos hijos, de cada uno de ustedes. Quiere sobre todo perturbarlos a todos ustedes en las cosas de todos los días. Por eso los invito, queridos hijos, a hacer que cada uno de sus días sea sólo de oración y de total abandono en Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.