Mensaje del 9 de Mayo de 1985

Queridos hijos, ustedes no están conscientes de las gracias que el Señor les concede. En estos días, en los que el Espíritu Santo está obrando de un modo especial, ustedes no se dejan movilizar Sus corazones están vueltos hacia los bienes terrenos y esos bienes les preocupan. Vuelvan sus corazones a la oración y pidan que el Espíritu Santo se derrame en ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.