31/5/2018 – Medjugorje; el Papa nombra a Hoser visitador permanente

Monseñor Henryk Hoser, arzobispo emérito de Warszawa-Praga

El arzobispo polaco había llevado a cabo una inspección pastoral por cuenta del Pontífice. Ahora se ocupará de acompañar a los fieles, pero sin entrar en los problemas sobre la autenticidad de las apariciones.

Todavía no hay pronunciamientos sobre la sobrenaturalidad de las apariciones marianas que se verifican desde hace décadas. Pero llegó una significativa decisión que indica cuáles son las prioridades del Papa Francisco: el acompañamiento de todos los fieles que llegan a Medjugorje desde todos los rincones del mundo.

El Papa Bergoglio, este 31 de mayo de 2018, nombró a monseñor Henryk Hoser, arzobispo emérito de Warszawa-Praga, en Polonia, «visitador apostólico de carácter especial para la parroquia de Medjugorje, a tiempo intederminado y “ad nutum Sanctae Sedis”», es decir a disposición de la Santa Sede.

«Se trata –informa un comunicado de la Sala de Prensa vaticana– de un encargo exclusivamente pastoral, en continuidad con la misión de enviado especial de la Santa Sede para la parroquia de Medjugorje, encomendada a monseñor Hoser el 11 de febrero de 2017 y por él concluida en los meses pasados».

«La misión del visitador apostólico –concluye el comunicado– tiene la finalidad de asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial de Medjugorje y de los fieles que hacia allí se dirigen en peregrinaje, cuyas necesidades exigen una peculiar atención».

El director de la Sala de Prensa vaticana, Greg Burke, insistió en el «carácter pastoral, no doctrinal» de la misión de Hoser, y en que la decisión de hoy no tiene nada que ver con «cuestiones doctrinales» sobre la autenticidad de las apariciones marianas de Medjugorje. El nombramiento representa, pues, «no la conclusión» de la historia de Medjugorje, sino «el paso sucesivo» a la primera misión del mismo Hoser. El religioso, además, «tendrá su residencia en Medjugorje, para colaborar más con el obispo y con los franciscanos locales».

Como se sabe, mosneñor Hoser, a quien no se le había encargado que se ocupara de las apariciones en cuanto tales, sino que de los fieles, está a favor, personalmente, de que se reconozcan las apariciones mismas. Su nombramiento como “comisario” que depende directamente del Papa para acompañar a los fieles indica que se considera que en el pasado la diócesis de Mostar no lo hizo con la atención necesaria. El pastor encargado de ella, monseñor Ratko Peric, es conocido por no estar de acuerdo en el reconocimiento de las apariciones marianas.

Benedicto XVI encomendó en su momento al cardenal Camillo Ruini la presidencia de una Comisión compuesta por cardenales, obispos y teólogos para que evaluara toda la documentación sobre los fenómenos de Medjugorje.

Cuando la comisión concluyó su trabajo (con un juicio positivo sobre la sobrenaturalidad del fenómeno, por lo menos durante las primeras semanas de las apariciones, y con la propuesta de separar a Medjugorje de la diócesis de Mostar para transformarla en un santuario que dependiera directamente de la Santa Sede), los resultados fueron entregados al Papa Francisco. En varias ocasiones este último ha demostrado su aprecio por el trabajo de la comisión y por sus conclusiones.

Pero el voluminoso informe de la comisión Ruini, que examinó todos los mensajes, interrogó a todos los videntes, etc… fue definido como uno de los tantos pareceres al respecto por la Congregación para la Doctrina de la Fe. El Papa quiso adjudicarse cualquier decisión al respecto y pidió que los pareceres del Dicasterio fueran enviados directamente a él.

El nombramiento de Hoser como visitador permanente indica que, mientras llegan futuras decisiones en relación con la naturaleza del fenómeno, la prioridad es y seguirá siendo el cuidado pastoral de los peregrinos que visitan Medjugorje. La elección del obispo polaco, ya emérito, representa un primer paso hacia la solución indicada por la comisión Ruini, es decir que la Santa Sede se ocupe directamente del acompañamiento pastoral de los millones de personas que visitan el pueblito de Bosnia-Herzegovina que se hizo famoso a partir de junio de 1981 debido a las apariciones marianas más numerosas de la historia.

Fuente: lastampa.it

 

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