Mensaje anual del 18 de marzo de 2019 a Mirjana

“Hijos míos, como Madre, como Reina de la Paz, os invito a que acojáis a mi Hijo para que Él pueda otorgaros la paz del alma, para que pueda daros lo que es justo, lo que es bueno para vosotros.

Hijos míos, mi Hijo os conoce. Él vivió la vida del hombre y, al mismo tiempo, la de Dios, una vida maravillosa: cuerpo humano, espíritu divino. Por eso, hijos míos, mientras mi Hijo os mira con sus ojos divinos, penetra en vuestros corazones. Sus ojos, mansos y cálidos, buscan a Él mismo en vuestros corazones. ¿Puede Él encontrarse a sí mismo en vosotros, hijos míos? Acogedlo, y los momentos de dolor y sufrimiento se convertirán en momentos de bienestar. Acogedlo, y tendréis paz en el alma, la difundiréis a todos en torno a vosotros, eso es lo que más necesitáis ahora. ¡Escuchadme, hijos míos!.

Orad por los pastores, por aquellos cuyas manos ha bendecido mi Hijo. ¡Os doy las gracias!”

Click here to print.