11/11/2018 – La fuerza espiritual de Medjugorje revoluciona la Iglesia Católica

Cada año crece el número de peregrinos, que buscan encontrar los frutos de la conversión y un encuentro con Dios.

A las seis menos veinte de la tarde, el tiempo se detiene cada día en Medjugorje . El silencio se hace aún más profundo si cabe en la explanada de la Parroquia de Santiago Apostol de este pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina. El rezo del Santo Rosario se interrumpe unos breves minutos para recordar la hora en la que la Virgen (la «Gospa») se apareció a «los niños»(Mirjana, Vicka, Ivan, Milka, Marija y Jakov), por primera vez, el 24 y el 25 de junio de 1981.

Una visión que transformó para siempre la vida de este enclave entre montañas (de ahí el nombre de Medjugorje), que nunca volvió a ser aquella aldea de la antigua Yugoslavia, cuyos habitantes cultivaban pequeñas plantaciones de tabaco y viñedos para el sustento familiar.

Sobre el terreno que ocuparon algunas estas vides se ha levantado un inmenso lugar de oración, de recogimiento, de paz. Treinta y siete años después de aquella aparición, que se repite cada tarde a la misma hora algunos de los videntes, hasta allí llegan diariamente miles de peregrinos procedentes de todo el mundo. Sobre todo entre los meses de abril y noviembre, cuando el tiempo permite las celebraciones al aire libre.