La Cuaresma de este año, en estos tiempos de pandemia, no puede ser una Cuaresma más. ¡Hemos vivido ya tantas! Pasaron las Cuaresmas, pasaron las Pascuas y… seguimos sin convertirnos, con nuestros mismos defectos y pecados, con nuestra vida triste, gris, monótona, superficial… ¡Celebremos esta Cuaresma como si fuera nuestra última Cuaresma! ¿Quién puede asegurar si podrá vivir otra?
Vivámosla con la ilusión, el interés y la determinación como viviríamos una Cuaresma que supiéramos ciertamente iba a ser, para nosotros, la primera y la única que se nos concediera celebrar y vivir.
Por ello te proponemos una iniciativa que haga de esta cuaresma un tiempo de verdadera conversión.