El festival de la juventud en Medjugorje que celebra su 30 aniversario, se abrirá y clausurará con la misa presidida por altos representantes del Pontífice y del Vaticano.
El papa Francisco, que ha comisionado el lugar de peregrinación mariano, ha insistido en el necesario cuidado pastoral de los millones de peregrinos que visitan Medjugorje, la ciudad donde los testimonios indican que la Virgen María apareció en 1981.
Un cuidado pastoral atento a una fe auténtica que no explote a la Virgen como si fuera un ‘empleado postal’ que trae y lleva mensajes a determinadas horas, como una vez Francisco expresó. Desde el 24 de junio de 1981, el día de las primeras supuestas apariciones de la Virgen, habrían sido más de 50,000 en 38 años o quizás más de 70,000 según varios analistas.
Por el momento, la Iglesia Católica no se ha pronunciado oficialmente sobre las autenticidad de las apariciones. Francisco ha querido ver claro y, sobre todo, insiste en no abandonar a los millones de peregrinos y lugareños. Por eso, ha nombrado un representante apostólico, en febrero de 2017.
Como parte de este compromiso, el Obispo de Roma autorizó el 12 de mayo pasado las peregrinaciones a Medjugorje, el permiso se extiende a los “pastores de todo tipo y de todos los niveles.” En el caso del festival de la juventud en Medjugorje, hay que destacar que nunca había ocurrido que una delegación del más alto nivel de la Sede Apostólica fuera al lugar.
En este contexto, el cardenal Angelo De Donatis, vicario del Papa para la diócesis de Roma, abrirá el próximo 1 de agosto el mencionado festival Mariano para la juventud que tiene una periodicidad anual y que contará con la presencia de más de 50.000 jóvenes y 400 sacerdotes de todo el mundo. Este año el lema del festival es tomado del Evangelio según san Mateo 10, 21: “Sígueme”.
Cuatro días más tarde, será el presidente del Consejo Pontificio par la Nueva Evangelización, el arzobispo italiano, Rino Fisichella, quien cerrará el evento.
También participarán el arzobispo José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y el arzobispo Luigi Pezzuto, nuncio apostólico en Bosnia y Herzegovina.
El papa Francisco autorizó en mayo las peregrinaciones a Medjugorje y estableció sean organizadas oficialmente por las diócesis y parroquias y ya no se llevarán a cabo de forma “privada” como ha ocurrido hasta ahora.
Así lo había anunciado el Nunzio Apostólico en Bosnia y Herzegovina, Luigi Pezzuto, y el arzobispo Henryk Hoser, visitante apostólico especial de la Santa Sede.
El entonces portavoz de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti informó en esa ocasión que el objetivo era la “atención dirigida a favorecer y promover los frutos del bien”, pero esto no significa “una autenticación de los eventos conocidos” y tampoco un reconocimiento tácito de las apariciones marianas. Estos “todavía requieren revisión por parte de la Iglesia”.
Cabe mencionar que como en Medjugorje, el Papa envió a Lourdes un delegado para el cuidado de los peregrinos. Andrea Tornielli, director editorial del dicasterio de la comunicación del Vaticano, había explicado con detalles la decisión del Papa y que está en línea con la que ya se tomó en 2017 para Medjugorje:
El Papa Francisco se preocupa particularmente por el cuidado de los peregrinos y quiere que los centros de devoción mariana se conviertan “cada vez más en un lugar de oración y de testimonio cristiano que responda a las necesidades del pueblo de Dios”. Esto puede leerse en la carta enviada por el Pontífice a Monseñor Antoine Hérouard, obispo auxiliar de Lille, informándole de la decisión de nombrarlo delegado “ad nutum Sanctae Sedis” (es decir, a disposición de la Santa Sede) para el santuario de Lourdes.
Fuente: www.aleteia.org