El pasado domingo celebramos el 30º aniversario de Amor de Déu con una jornada inolvidable. Quienes estuvisteis lo sabéis: el Señor nos regaló un día radiante, con sol y una suave brisa que refrescó los corazones.
El hecho de celebrarlo durante todo el día permitió que cada uno pudiera venir a su ritmo. Algunos estuvieron toda la jornada, otros se fueron sumando en diferentes momentos. Todos sumamos.
Por la mañana, rezamos el Santo Rosario y celebramos una preciosa Santa Misa presidida por Mn. Pere, con una homilía profunda y alentadora, en la que nos recordaba:
“Un día como este no puede olvidar a los que un día recibieron la novedad de Medjugorje como una gracia imborrable y destinada a contagiar a muchos en Barcelona.”
Por la tarde, la adoración con Mn. Melcior fue también muy especial. Él mismo recordó que todo era fruto del Espíritu Santo.
El almuerzo popular, con una magnífica paella y una fideuá espléndida, fue una muestra más del buen hacer y de la generosidad de un equipo humano que trabaja con el corazón. La Gospa, sin duda, estaba orgullosa.
La tarde continuó con el testimonio y espectáculo de Paul Ponce y su familia. Una sorpresa que fue más allá de los malabares, compartiendo una fe viva y profunda. Después jugamos a varios kahoots y cerramos la fiesta con música y baile, gracias al Chapela Group, mientras disfrutábamos de una buena butifarra.
En total fuimos unas 150 personas. Gracias, Señor, y gracias, Gospa, por un día tan lleno de vida. Como expresaba Mn. Pere:
“Si no fuera por Ella, amada Gospa, estaríamos lejos del amor de Dios que todo lo puede y transforma.”