4/8/2018 – Entrevista de Padre Livio a Marija con motivo del Mensaje del 25 de junio de 2018

P. Livio: ¡Hola Marija!

Marija: ¡Hola padre Livio! Un caluroso saludo a todos los oyentes de Radio María. Hoy como cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, Dios me ha llamado para conduciros a Él, porque Él es vuestra fortaleza. Por eso os invito a rezarle y a confiar en Él, porque Él es vuestro refugio ante todo mal que está al acecho y aleja las almas de la gracia y de la alegría a las que habéis sido llamados. Hijos míos, vivid el Paraíso aquí en la Tierra para que estéis bien, y que los Mandamientos de Dios sean luz en vuestro camino. Yo estoy con vosotros y os amo a todos con mi amor maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

P. Livio: Marija, dinos qué consideración nos puedes hacer de este mensaje de la Virgen

Marija: La Virgen, realmente parece que, con tanta alegría, nos quiere llevar a todos al Paraíso. Ella quiere que construyamos el Paraíso ya aquí en la Tierra. Nos aconseja no permitir al diablo que lo impida. Nosotros estamos aquí, con la Gracia que la Virgen nos está dando y nos llama, como dice Jesús, a empezar a vivir el Paraíso aquí en la Tierra. Leer este mensaje me emociona. Primero, escribo el mensaje rápidamente para poder darlo a conocer, pero luego cuando lo vuelvo a leer para meditarlo, cosa que hago durante varios días, sus palabras van entrando en mí y se convierte en una gran alegría; alegría de haber sido elegidos, alegría de ser cristianos, alegría de tener a Dios y a su Madre entre nosotros.

P. Livio: Marija, ¿es verdad lo que has dicho, que requiere muchos días de meditación profunda para entender bien lo que la Virgen nos dice?

Marija: Sí, la Virgen desea que tengamos más confianza en Dios y en sus Mandamientos y que los pongamos en práctica. Ya en los primeros años, la Virgen nos pedía poner la Sagrada Escritura en un lugar visible en nuestras casas y leerla cada día. Para mí es algo extraordinario ver como la Virgen no se cansa de llamarnos, de amarnos, de guiarnos hacia este cambio en nuestras vidas.

P. Livio: ¡Con tanta paciencia! El suyo es un amor maternal sin límites.

Marija: Sí, porque Ella nos llama a vivir el Paraíso y yo pienso que Su presencia para nosotros debería ser ya el Paraíso. Una persona que ama verdaderamente a la Virgen, que ama a Dios, ya vive en el Paraíso. Jesús nos llama a vivir el Paraíso en nuestras familias, en nuestro mundo; un mundo que ha sido un regalo para nosotros para usarlo, guiarlo con sabiduría, con inteligencia, no para destruirlo. Por esto, creo que la Virgen nos está guiando para volver a Dios, para volver a los Mandamientos y así llegar a la vida eterna. Esto es de gran belleza, y yo cada día me emociono pensando en cuanta ternura hay en el Amor de Dios que nos manda a Su Madre para guiarnos en el camino de la santidad.

P. Livio: Ya solamente el hecho de que la Virgen venga cada día es para nosotros el testimonio de que el Cielo existe, de que el Cielo se abre y desciende a la Tierra.

Marija: Sí, aquí en Medjugorje lo vivimos de manera especial. Esta tarde, a pesar de estar a las puertas del Festival de la Juventud, había ochenta y cuatro sacerdotes en el altar. Esto te hace sentir la renovación de la Iglesia, en su pequeña proporción, sientes la Iglesia viva. Sientes de manera extraordinaria que Medjugorje no es una pequeña parroquia, sino una iglesia mucho más bella, mucho más alargada y profunda y muy colorida con todas las diferentes lenguas, oraciones y también el afecto y el amor que el Señor nos está dando a través de los hermanos con los que compartimos las alegrías.

P. Livio: Sí, sin duda, Medjugorje es un lugar especial, pero también en nuestras casas podemos vivir el Paraíso porque tiene que estar en nuestro corazón. El corazón abierto y lleno de confianza en Dios, con oración y amor también en nuestras casas, en el trabajo, en los sufrimientos, podemos sentir la alegría de la paz.

Marija: Sí, la Virgen dice precisamente esto: “Volved a la oración del corazón, volved a Dios”. Si volvemos a Dios, volvemos a la oración porque sin ella, sentimos nostalgia de Dios. La oración es muy importante porque es el contacto entre Dios y yo, el contacto con el Paraíso. La Virgen nos insiste continuamente para que redescubramos este encuentro.

P. Livio: De hecho, esto se empieza a vivir cuando se ora con el corazón.

Marija: Sí, la Virgen lo repite siempre. Es la única forma de hallar seguridad en nuestro mundo tan inseguro. Si tenemos a Dios, tenemos seguridad, si tenemos a Dios, tenemos alegría, si tenemos a Dios, no nos faltará nada porque Él nos conoce y sabe lo que nos hace falta; no solamente físicamente, sino también espiritualmente ya que esa dimensión la hemos olvidado, desafortunadamente.

P. Livio: Marija, la Virgen en los mensajes del 25 de mes, a menudo insiste en los Mandamientos y esta vez nos dice que los Mandamientos deben ser la luz de nuestro camino. Es decir, que nosotros a través de los Mandamientos sabemos lo que es el bien y lo que es el mal, lo que hoy en día no parece que tengamos tan claro. Son precisamente los Mandamientos de Dios que nos hablan a través de la Iglesia, pero también a través de la conciencia que nos dan a conocer el bien que debemos hacer y lo que debemos evitar. La Virgen en el mensaje del 2 de julio, siempre sobre este tema, dijo que somos libres, pero que Ella nos invita a escoger el bien porque es a través del bien que podemos vivir el Paraíso.

Marija: Sí, es verdad. La Virgen quiere que nosotros cambiemos nuestra mentalidad, que empecemos a pensar con la mentalidad de Dios. Es decir, Dios no nos ha creado tristes, descontentos, esclavos, sino libres; pero hoy somos esclavos de muchas cosas; cuantas más cosas tenemos, más esclavos nos volvemos. En cambio, Dios nos quiere libres en todo, como niños. La Virgen nos dice siempre: “Queridos hijos”, porque Ella nos considera a todos como niños y quiere que seamos sus hijos. Ella nos quiere guiar bajo su manto protector a esa simplicidad de vida, a esta belleza de la vida que nosotros no alcanzamos a tener. Nosotros tenemos la ilusión de que cuanto más tenemos, mejor estamos y sin embargo es todo lo contrario. Lo vemos, por ejemplo, cuando una persona envejece va dejando atrás muchas cosas, ya no siente el mismo apego por las cosas materiales. También nosotros, yendo hacia el Paraíso debemos despegarnos de las cosas de la Tierra y vivir para las del Paraíso. Esto es a lo que la Virgen nos llama.

P. Livio: En este mensaje hay también algunas frases nuevas. Una de ellas es: “el mal que está al acecho”, es decir, que se esconde, que es insidioso como una serpiente. Este mal que está al acecho, Marija, es un producto nuestro, de nuestro mundo que nos tienta continuamente ¿verdad?

Marija: Sí. Me acuerdo de los primeros años de las apariciones en que empezaban a venir tantos peregrinos, pero también entre ellos venían personas poseídas. Una vez un obispo italiano, trajo una persona con problemas de este tipo a la que el sacerdote no conseguía liberar, por eso pensó en traerla a Medjugorje para pedir esa gracia en el momento de la aparición. Esta señora, cuando estaba poseída, daba siempre la espalda al lugar donde estaba la Virgen diciendo que no tenía nada que ver con Ella. Cuando no estaba bajo esta influencia, era una persona muy dulce, en cambio cuando estaba poseída cambiaba completamente. Jacob, que no tenía ninguna experiencia, era solo un niño de 11 o 12 años, cuando veía sus reacciones frente a la oración, al ayuno o a la palabra de Dios, empezó a rociarse con agua bendita. Nosotros le dijimos: “Pero Jacob, ¿Qué te sucede? Él contestó que se había asustado y que pensaba que quizás también él podía tener un diablillo dentro y así con el agua bendita echarlo fuera y rezaba: “Señor ten piedad de mí”. Nosotros nos reímos. Así pues, padre Livio, como decías tú, en nosotros hay el bien y el mal, pero nosotros debemos escoger el bien debemos escoger a Dios tal como nos dice la Virgen que Dios es nuestra fuerza, nuestro refugio, nuestra alegría, el Paraíso es Dios y cuando tenemos a Dios, lo tenemos todo.

P. Livio: Marija, entonces podemos decir que, haciendo el bien, se está bien y haciendo el mal, se está mal.

Marija: Exactamente. La Virgen nos llama a hacer el bien y nosotros, gracias a Dios, lo hacemos, intentamos hacerlo. Sí, también nosotros caemos, caemos mil veces, pero nos levantamos y la Virgen es la que nos esta ayudando y diciendo que quiere que nos volvamos santos. Esta santidad no se ve, no necesitamos aureola alrededor de la cabeza, pero se reconoce, se reconoce con la oración. Hay personas, sobre todo paganas, que nos dicen que sienten positividad. Es decir, que nosotros emanamos bienestar.

P. Livio: Emanamos a Jesús si lo llevamos en el corazón.

Marija: Cierto. Nosotros somos el bien. Como dice la Virgen nosotros somos los brazos abiertos de Jesús, los brazos abiertos de la Virgen. Si tenemos a Dios, somos felices porque nos sentimos realizados. Esto lo vemos claramente cuando vamos a visitar a las monjas de un convento de clausura y vemos cuán equilibradas son, qué contentas y felices están y ves que viven entre cuatro paredes, pero ¡tienen a Dios! Como Santa Teresa de Lisieux, patrona de las misiones, que pasó toda su vida en clausura porque su corazón era en Dios.

P. Livio: Hoy es la fiesta de San Jaime. ¿Como lo habéis celebrado? San Jaime es el patrón de Medjugorje, es el patrón de los peregrinos. ¿Por qué precisamente San Jaime patrón de los peregrinos en una parroquia donde tantos años atrás nadie esperaba peregrinos?

Marija: Increíble ¿verdad? ¡Es una gran alegría! Esta mañana cuando íbamos a misa, hablando con las personas ancianas, nos decían que san Jaime también hoy con su calabaza nos ha bendecido (sabéis que san Jaime lleva la calabaza de peregrino) y decimos que si llueve ese día, es el santo que nos da la bendición, esta  mañana había unas pocas nubes y han caído algunas gotas de lluvia que nos han evitado el calor cuando estábamos en el parque, que llamamos pequeño bosque cerca de la iglesia, y así poder hacer la pequeña procesión y la misa con la previa bendición del santo. Ha sido muy bonito y lo hemos podido celebrar muy bien. Además de san Jaime, como cada 25 de mes, la parroquia, la iglesia permanece abierta toda la noche para la adoración en agradecimiento a la Virgen por Su presencia y por los mensajes que nos ha dado. Antes era todos los jueves por la parroquia, ahora todos los días 25 por todos aquellos que quieren vivir y poner en práctica los mensajes que da la Virgen de invitación a la conversión y de invitación a la santidad.

P. Livio: Marija, ahora estáis de enhorabuena porque además del párroco tenéis también al obispo aquí en Medjugorje.

Marija: Sí, es verdad. Precisamente hoy bromeábamos porque al salir de la misa alguien nos ha parado para hablar con Mons. Henryk Hoser, le ha preguntado cuanto tiempo se quedaba y él ha respondido que esperaba que fuera para siempre. Es muy bueno tener aquí a nuestro arzobispo y así durante la misa nombramos al obispo Perić, que es obispo de la diócesis y a él que es el arzobispo de Medjugorje. Lo hemos acogido hace pocos días con mucha alegría y ahora vive dentro de la parroquia de Medjugorje con el mensaje que ha mandado el Papa. Vivimos un momento muy especial, muy bello, como él mismo ha dicho en su homilía, Medjugorje empieza una página nueva, una página con la presencia de la Iglesia gracias al papa Francisco, gracias al Nuncio Apostólico que lo ha acompañado aquí como delegado del Papa. Ha sido realmente una fiesta muy bonita, ha tenido una acogida muy calurosa y espero de todo corazón que se encuentre muy bien aquí, él parece contento, tiene una expresión muy positiva y esto me parece muy bonito. Él está siempre dispuesto a encontrarse con los peregrinos, a hablar con ellos, bendecirles y todos parecen contentos, especialmente nosotros, los medjugorianos, por vivir un momento como este gracias a la presencia de este santo hombre que el Papa nos ha regalado.

P. Livio: Marija, hay algo que no he entendido. ¿Vosotros durante la misa recordáis al papa Francisco, al obispo y al otro obispo?

Marija: Sí, recordamos también al obispo de Mostar, sí, sí. ¡Nosotros somos más ricos! (se ríe) Gracias al papa Francisco que nos ha querido mandar a esta persona polaca, un enamorado de san Juan Pablo II y enamorado también de la Virgen. Aquí en su primera misa le hemos regalado una Sagrada Escritura y un ramo de flores y después de la misa ha querido llevar esas flores a la Virgen de la Paz con una alegría y una sonrisa que me han emocionado porque para mí era un signo de gran amor por la Virgen.

P. Livio: Podemos decir entonces que esto ha sido obra de la Virgen.

Marija: Sí, nosotros decimos ese proverbio: “¡No cae una hoja que Dios no quiera!”

Aquí pues, la Virgen y Jesús están guiando a este pueblo y a todos los peregrinos. La presencia de Mons.Hoser nos afirma, con sello digamos, la presencia de la Iglesia que guía a su pueblo.

P. Livio: Dentro de una semana empieza el Festival de la Juventud, explícanos un poco cómo es este gran evento de los jóvenes que vienen de tantos lugares del mundo, evento iniciado por el padre Slavko.

Marija: Sí, fue el padre Slavko quien inició este evento como respuesta a tantos jóvenes. Cuando empezaron las apariciones, nosotros éramos muy jóvenes y había el deseo de hacer algo con los jóvenes. Así empezamos de una manera muy bonita a hacer fiesta a la Virgen y con la Virgen. Tiene lugar en la primera semana de agosto y gracias al Cielo, empiezan ya a llegar muchos jóvenes que preparan cantos. Es un evento internacional con muchas lenguas, el año pasado había jóvenes con 84 lenguas diferentes. También se hacen retiros especiales para jóvenes. Si hay jóvenes que nos escuchan, les invitamos a venir porque de verdad que es una experiencia bellísima. Todos los que vienen por primera vez, tienen ganas de volver.

P. Livio: Te lo he preguntado porque me acuerdo de que el padre Slavko que fue el promotor de estos retiros en Medjugorje y luego también el valiente organizador de los mismos. Durante los años de la guerra, una vez llegaron apenas 300 jóvenes y el festival tuvo que suspenderse por los cañonazos que disparaban desde Mostar.

Marija: Es verdad. El demonio intentó muchas veces perjudicar el festival. El año pasado, según lo que me dijeron, había más de 860 sacerdotes. Por lo tanto, imagina que si había tantos sacerdotes, ¡cuántos debían ser los jóvenes! Tal vez unos cincuenta mil, sesenta mil, no sé exactamente. Y en Medjugorje, noche y día, se hacer plegarias en las colinas, se canta, se baila… los frailes de la parroquia me dijeron: ¡ahora empezamos a bailar! Porque los jóvenes se cogen de las manos, alrededor de la iglesia, y alaban a Dios, cantan, bailan, y por la noche nunca van a dormir.

P. Livio: En el festival también hay que destacar la presencia de las familias con los jóvenes.

Marija: Sí, sí. Y los que eran jóvenes, y ahora tienen hijos. ¡Pero mantienen el corazón joven, Padre Livio! En cualquier caso, nuestros hijos participan con gran alegría. Además, este año también hay el espectáculo de los chicos de sor Elvira (se refiere a los chicos de la Comunità Cenacolo, n.d.t.), que será un nuevo espectáculo en el que han trabajado mucho, y muchas más cosas, muchos testimonios, muchos cantos, muchas oraciones, porqué el párroco de Medjugorje, con su hermana, que es monja, ha buscado, en estos años, convertir el festival en algo cada vez más profundo, cada vez más como un retiro de oración, y no como un encuentro. Con jóvenes que proceden de muchas naciones y que cantan y tocan juntos; no es una coral, pero se crea una coral con jóvenes que llegan desde todas las regiones del mundo y preparan juntos los cantos, creando las atmósferas adecuadas para cada momento: la adoración, el baile, la alabanza etc. Hay que verlo, porque no hay palabras para describirlo.

P. Livio: muy bien, Marija. Confiemos que lleguen muchos jóvenes este año también.

Marija: Con la ayuda de Dios. Les esperamos con las manos abiertas para acogerlos, y también la Virgen está aquí esperándoles.

P. Livio: Muchos de ellos proceden de la Europa del Este.

Marija: Sí, pero también hay muchos italianos, alemanes, americanos, etc. Llegan de todas partes. Por ejemplo, anteayer di un testimonio a un grupo de jóvenes estudiantes procedentes de Argentina. Pero no sé si se quedan para el festival o se marchan antes. Pero las diócesis, las parroquias, las comunidades están organizándose porque ahora, con la presencia de Mons. Hoser es más fácil venir aquí.

P. Livio: Hace ya un tiempo que se han formado comunidades en Hispanoamérica que se organizan para venir a Medjugorje.

Marija: Sí, vienen muchos jóvenes. Tal vez será la única vez en su vida que puedan estar aquí. Para los italianos es fácil: se van de viaje, diez u once horas y llegan a Medjugorje. Pero desde América es difícil, ya que hay el océano por medio, y es muy caro a causa de la distancia. Pero los jóvenes llegan. Están muy bien dispuestos para los sacrificios. Lo vi el año pasado, por ejemplo con los jóvenes de los países de la Europa del Este: viajan muchas horas, incluso días, con los autocares, y luego duermen en tiendas.

P. Livio: Marija ahora tenemos que admitir que los polacos han superado en número a los italianos, ya que en Italia las familias ya no tienen hijos.

Marija: Tenemos que rezar, rezar por la conversión de Italia. Rezamos a la Reina de la Paz para que se convierta, poniendo en práctica sus mensajes. Y la Virgen nos ayudará. Estoy segura de ello, y por eso ruego, ya que creo que mi presencia en Italia no es una casualidad, y que el Señor me ha enviado también para que sea esa voz en el desierto para tantas almas que están lejos de Dios, para que se conviertan y crean, y vuelvan a Dios.

P. Livio: ¡Por eso está también Radio Maria!

Marija: ¡Gracias a Dios! Para mí, padre Livio, es un honor.

P. Livio: Muy bien Marija. Gracias por este agradable intercambio, en este magnífico 25 de julio, y ahora acabamos con la oración.

Traducción a cargo del equipo de www.virgendemedjugorje.org

Fuente: Radio Maria Italia.