Comentario del Mensaje del 2 de diciembre de 2016

“Queridos hijos, mi Corazón materno llora mientras miro lo que hacen mis hijos. Los pecados se multiplican, la pureza del alma es cada vez menos importante, se olvida a mi Hijo, y se adora siempre menos y mis hijos son perseguidos. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, con el alma y con el corazón, invocad el Nombre de mi Hijo; Él tendrá palabras de luz para vosotros. Él se manifiesta a vosotros, parte el Pan con vosotros y os da palabras de amor para que las transforméis en obras de misericordia y, de este modo, lleguéis a ser testigos de la verdad. Por eso, hijos míos, no tengáis miedo. Permitid que mi Hijo esté en vosotros; Él se servirá de vosotros para atender a aquellos que están heridos y para convertir a las almas perdidas. Por eso, hijos míos, regresad a la oración del Rosario. Rezadlo con sentimientos de bondad, de sacrificio y de misericordia. Orad no solo con las palabras, sino también con obras de misericordia; orad con amor hacia todas las personas. Mi Hijo, con su Sacrificio, ha enaltecido el amor; por eso, vivid con Él para tener fuerza y esperanza, para tener el amor que es vida y que conduce a la vida eterna. Por ese amor de Dios también yo estoy con vosotros y os seguiré guiando con amor materno. Os doy las gracias”

LA VIRGEN NOS PREPARA PARA LA NAVIDAD

Queridos hermanos les saludo en los Sagrados Corazones de Jesús y de María Reina de la Paz.

Hemos iniciado un nuevo año litúrgico y un nuevo año jubilar mariano cuyo epicentro es el Santuario de Fátima, que celebra en el 2017, los 100 años de las apariciones de la Madre. El Papa ha concedido indulgencia plenaria a quienes visiten este año dicho Santuario y las mismas indulgencias se extienden al mundo, al venerar cualquiera imagen de la Virgen de Fátima, expuestas públicamente en iglesias, oratorios, conventos… los días 13 de cada mes, entre los meses de mayo a octubre del año 2017. También este nuevo año coincide con el 175 aniversario del descubrimiento del Tratado de la Verdadera Devoción a la Virgen María de San Luis María Grignion de Montfort. El año pasado, año de la Misericordia, se celebró igualmente, el Tercer Centenario de la Pascua de este gran santo mariano. También la próxima Jornada mundial de la Juventud será una Jornada Mariana, y el Papa ya señaló el lema: “He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu Palabra”. En relación a la Jornada, el Papa ha propuesto dos lemas marianos para considerar en el 2017 y 2018. Por lo tanto, los años que siguen, tiene una marcada espiritualidad mariana para la Iglesia. El Papa escogió Panamá para la Jornada Mariana del 2019, porque María ha marcado la historia de la evangelización de América y especialmente de Centroamérica. Entonces estamos en un tiempo de gracia. Pero la mayor gracia siempre, es la aparición cotidiana de la Madre en Medjugorje, porque aparece todos los días a tres videntes, y vez al mes a Mirjana que debe revelar los “secretos” que la Virgen les ha confiado a todos. Entonces, estamos viviendo un tiempo de gracia: todo esto es un tiempo de gracia. Solo hay que responder al Cielo. No ahondar demasiado en los problemas, como ha dicho la Madre. Por el contrario, hay que orar y ayunar más y dejar las cosas en manos de Dios.

La Madre nos ha dado dos hermosos mensajes para preparar la Navidad y comenzar a vivir el nuevo año litúrgico, el nuevo año Jubilar mariano. Primero dijo: “Queridos hijos, también hoy los invito a regresar a la oración. En este tiempo de gracia, Dios me ha permitido que los guie hacia la santidad y hacia una vida simple, para que en las pequeñas cosas descubran a Dios Creador, se enamoren de Él y su vida sea un agradecimiento al Altísimo por todo lo que Él les da. Hijitos, que su vida sea un don en amor para los demás y Dios los bendecirá. Y ustedes testimonien sin interés, por amor hacia Dios. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo por todos ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Fijémonos que el mensaje inicia haciendo un nuevo llamado a la oración. Medjugorje es una escuela de oración. Para María todo se resuelve orando. Pero muchos no lo entienden y por eso lo repite continuamente. También María ha afirmado que Medjugorje se entiende con la oración. Si no se ora no se comprende lo que es Medjugorje. Pero tampoco se puede comprender lo que es la Misa, la Confesión, la Biblia, la misma Iglesia que Cristo fundó. Entonces, es peligroso vivir sin oración, es peligroso pretender ser cristiano sin oración. Amar, ser padre de familia, madre de familia, ser sacerdote, ser estudiante, ser profesional… nada se entiende sin oración. La misma vida humana en la Tierra no se entiende sin oración.

Estamos en un mundo marcado por el racionalismo y el intelectualismo. Pero sin oración. Cada vez, hay más ofertas académicas, más títulos, pero siempre se ora menos. Por lo tanto, si la humanidad no cambia el proceder podrá perecer. Por eso la Madre pide orar porque quiere salvar el mundo con la oración. Se va al abismo si no se ora: personal, familiar y socialmente. Vamos hacia el abismo con la imposición de la ideología de género, de los matrimonios contra la naturaleza, de las leyes a favor del aborto, a favor de la droga, de la eutanasia. Vamos al abismo si no se recupera la vida de oración. Entonces, hay que dar más espacio a lo que María considera más urgente en estos momentos.

En el mensaje la Madre también recuerda porqué está aun con nosotros: para guiarnos a la santidad, hacia una vida simple; para que descubramos a Dios en las pequeñas cosas cotidianas; sin signos extraordinarios en el Cielo, sin manifestaciones extraordinarias en imágenes, o en la naturaleza. ¡Porque Dios está en las pequeñas cosas de cada día! También el propósito de la visita de María, lo ha repetido de nuevo, es: para que vivamos enamorados de Dios y vivir en agradecimiento al Altísimo por cuanto nos da. Luego, estos enunciados son la notas espirituales de este tiempo de preparación a la Navidad. Vamos ha recordarlo y prestar atención una vez más: María nos presenta la espiritualidad de este Adviento: oración, buscar la santidad, llevar una vida simple, buscar el enamoramiento de Dios, vivir en agradecimiento a Dios por cuanto nos da, ser don para los demás y dar testimonio sin interés. Son siete tareas o bien una sola con siete manifestaciones distintas.

1. Volver a la oración. Cada quien sabrá como lo hace y si debe mejorar el tiempo que le dedica a la oración y la calidad que tiene la misma. O bien, puede ocurrir que ya ora como María desea. Si es así maravilloso. No obstante hay que recordar el programa de María:  tres horas diarias incluyendo la Misa, la lectura de la Biblia y por lo menos: tres partes del Rosario. Entonces este Adviento debe ser tiempo fuerte de oración.

2. Buscar la santidad. Cuando se lee la vida de los santos nos damos cuenta que ellos estaban convencidos que no lo eran y que debían seguir trabajando en sus miserias. Si hay alguien que se considera santo esta mal. Y si no tiene interés en serlo, quizá está peor. Hoy la santidad no preocupa ni ocupa. Es más importante hacer dinero, tener más títulos, más diversión, más placer, más hedonismo que buscar la santidad afanosamente. La Madre, por lo contrario nos urge en preparación a la Navidad a trabajar en ello.

3. Llevar una vida simple. También la Madre ve que la gente se enferma de estrés, de ansiedad, de depresión, de insomnio.. Que viven una vida afanada, preocupada por pasar por alto la sencillez. ¡Tan necesaria para ser feliz! Y advierte que es posible ser sencillo en la vida solamente cuando Dios ocupa el primer lugar en el corazón. No hay otra forma. Por eso la Madre quiere que oremos más. Es la oración el medio que nos permite darle a Dios el primer lugar en nuestras vidas y llevar una vida simple. Aunque se tengan muchos hijos, mucho trabajo, muchas ocupaciones se puede llevar una vida simple.

4. Buscar el enamoramiento de Dios. Quizá de las siete actitudes que la Madre nos da para vivir este Adviento, esta sea la más complicada, porque llega al núcleo de la razón por la que muchos viven: la vida de muchos gira entorno a las personar que aman, viven para esas personas, trabajan para esas personas, se sacrifican para esas personas. Y eso no está mal. Jesús lo enseñó y lo hizo. Pero lo mal está en no incluir a Dios en las personas que amamos y por las que nos sacrificamos cada día. La razón puede ser: porque no hay enamoramiento divino. El tema del enamoramiento divino para muchos no pasa de ser un tabú, un imposible, algo solo para los santos, para algunos privilegiados o para los “fanáticos” y exagerados. Por lo que la Madre nos invita a buscar el enamoramiento de Dios, vivir en dependencia emocional suya. Exactamente igual como viven las personas enamoradas, que sienten que no pueden vivir una sin la otra, que piensan en vivir juntos para toda la vida, o como dicen algunos, vivir para la eternidad. Entonces, debemos sentirnos todos así con Dios. Debemos sentirnos enamorados de Él. Esto es Navidad, puro amor de Dios en el corazón.

5. Vivir en agradeciendo a Dios, ¡hasta por las cosas más pequeñas que recibimos de Él! La Madre quiere que vivamos dando gracias a Dios por todo. Es decir, cuando oramos en la mañana y en la tarde en nuestras oraciones debemos dar gracias. Pero también durante el día hay que recordar dar gracias a Dios por otras cosas.  Por medio de jaculatorias. Pero también hay que dar gracias siempre, porque la Madre ha dicho: Vivan en agradecimiento a Dios por todo los que les da. Y siempre Dios me da algo aun en medio de una enfermedad, una crisis económica, una desilusión amorosa….siempre da consuelo, ánimo, fe y la gente paso por alto esas pequeñas ayudas divinas en medio de las pruebas. Entonces, cuando la Virgen nos invita a vivir dando gracias a Dios es para que vivamos felices y lleguemos a descubrir a Dios aun en las adversidades. Es imposible vivir sin tribulaciones, Jesús nos lo advirtió. Solo hay que aprender a dar gracias en la tormenta, en la tribulación. Eso quiere María.

6. Ser un don para los demás. Este sexto imperativo “adviental” está en consonancia con el Año de la Misericordia que ha terminado. Es como si la Madre dijera: “No piensen que porque el Año de la Misericordia terminó, terminaron las 14 obras de misericordia. ¡No! Ahora es cuando empiezan. El Año de la Misericordia fue el impulso, el llamado, ahora viene la obra, ahora empieza de verdad. La fe sin obras es muerta”. Así también lo menciona en el mensaje a Mirjana del dos. Por lo tanto en este Adviento hay que servir a los demás, darse a los demás.

7. Dar testimonio sin interés. Es decir, servir a Cristo, a la Virgen, a la Iglesia, a los demás sin esperar nada a cambio. Da vergüenza decirlo, pero también ocurre que algunos sirven por interés. Sin él no hay servicio. Y el interés puede ser: buscar reconocimiento, prestigio, fama, dinero, puestos, honores, distinciones, relaciones afectivas … y con esas actitudes se daña todo. No puede existir verdadera caridad, no se avanza hacia la santidad. También se ofende a Dios. Por tanto Navidad es transparencia, dejar el fariseísmo, el doblez, las máscaras, la hipocresía que da paso al Nacimiento de Jesús en el corazón. Hay que comenzar por limpiar el pesebre del alma.

Luego la Madre dio otro mensaje en dos. No hay un mensaje más importante que otro. Los dos son importante. No hay uno para avanzados y otro para principiantes. No hay uno por la paz y otro para los no creyentes. La Virgen no ha hecho esas distinciones. Simplemente habla dos veces. Pero también hay un Tercer Mensaje que nadie publica y que es más importante: aparece todos los días, aunque no hable. La aparición en sí es un mensaje. Basta con venir a la Tierra todos los días. Este Mensaje no se debe olvidar. Entonces son tres, el del 25, el del 2 y el diario cuando no habla. Viene todos los días a la Tierra. Los videntes la ven como ven a todas las demás personas: en tres dimensiones y siempre joven con 12 estrellas alrededor de la cabeza.

El dos de diciembre dijo: “Queridos hijos, mi Corazón materno llora mientras miro lo que hacen mis hijos. Los pecados se multiplican, la pureza del alma es cada vez menos importante, se olvida a mi Hijo, y se adora siempre menos y mis hijos son perseguidos. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, con el alma y con el corazón, invoquen el Nombre de mi Hijo; Él tendrá palabras de luz para ustedes. Él se manifiesta a ustedes, parte el Pan con ustedes y les da palabras de amor para que las transformen en obras de misericordia y, de este modo, lleguen a ser testigos de la verdad. Por eso, hijos míos, no tengan miedo. Permitan que mi Hijo esté en ustedes; Él se servirá de ustedes para atender a aquellos que están heridos y para convertir a las almas perdidas. Por eso, hijos míos, regresen a la oración del Rosario. Récenlo con sentimientos de bondad, de sacrificio y de misericordia. Oren no solo con las palabras, sino también con obras de misericordia; oren con amor hacia todas las personas. Mi Hijo, con su Sacrificio, ha enaltecido el amor; por eso, vivan con Él para tener fuerza y esperanza, para tener el amor que es vida y que conduce a la vida eterna. Por ese amor de Dios también yo estoy con ustedes y los seguiré guiando con amor materno. Les doy las gracias”.

Lo primero que hay que decir, es que Mirjana comentó al final de la aparición que la Virgen mientras hablaba estaba triste. Entonces es un mensaje que va acompañado del sentimiento de tristeza de María. Hay que tomarlo en consideración cuando se lee y se medita el mensaje. La Madre también lo expresa en el mismo mensaje cuando dice: “Mi Corazón materno llora”. Quizá es esta la expresión clave del mensaje: las lágrimas de la Virgen, la tristeza de la Madre, su aflicción. Y la Madre nos dice porqué está triste, que la hace llorar. Son 5 cosas. Hay que repasarlas, sin olvidar el proyecto del Adviento que presentó en el mensaje anterior. Como se ve los mensajes se complementan, no se contradicen. Las 5 cosas que entristecen a la Madre y hacen llorar su Corazón Materno son: 1. Los pecados se multiplican; 2. La pureza del alma es cada vez menos importante; 3. Se olvida a Jesús; 4. Se Le Adora siempre menos; 5. Los hijos de María son perseguidos.

Considerando el programa hacia la Navidad que la Madre ha presentado, también hay que hacer expiación por la Lágrimas de la Madre, y preguntarnos: ¿acaso no estamos en la lista de los que hacen sufrir a María en algunas de estas acciones incorrectas?

La Madre ve desde el Cielo, y desde la Tierra cuando viene, lo que ocurre hoy en el mundo, y lo evidencia en el mensaje: como si fuera una noticia. La primera parte de este mensaje del dos es una noticia de María, la Virgen informa como lo hace una periodista. Esto es importante destacarlo porque a veces se le presenta más atención a los periodistas de la Tierra que a la Madre “periodista” enviada del Padre. El informe de María es: “los pecados se multiplican; la pureza del alma va en caída libre cada vez más; se margina cada vez más a Jesús; cada vez más menos Adoración eucarística y hacia Dios en general; y por último las persecuciones a los cristianos y a los hijos de María”. Pero no se le ayuda a la Madre llorando como Ella. ¡No! Ella misma dice lo que se debe hacer; junto al programa que presentó del Adviento. Vamos a verlo de inmediato.

Dice primero: “con el alma y con el corazón, invoquen el Nombre de mi Hijo; Él tendrá palabras de luz para ustedes. Él se manifiesta a ustedes, parte el Pan con ustedes y les da palabras de amor para que las transformen en obras de misericordia y, de este modo, lleguen a ser testigos de la verdad.” Este primer empeño es una profundización de lo que mencionó el 25: hay que estar con Jesús en profundidad. Este tiempo es tiempo para Jesús. Sin Él el mal continua y puede hacer perecer la misma humanidad. El mensaje es: convertirse a Jesucristo, abrirle las puertas del corazón y del alma, entregarse a Él sin reservas. Todo se reduce a la conversión a Jesús, que nace en el corazón en Navidad y que la Madre quiere que, desde ahora, comience Su nacimiento en el alma: sin Jesús no hay Navidad, no hay salvación, no hay futuro.

Durante una visita en septiembre de 2015 a la Universidad de Berna, Suiza, la parlamentaria alemana Merkel fue interrogada sobre cómo afrontar los peligros de la islamización de Europa y el conflicto potencial planteado por los extremistas. La respuesta de la canciller alemana, no se hizo esperar. Ella es considerada como la mandataria, en segundo lugar, más poderosa, de la Tierra. Y mencionó, que las personas deben volver a la “tradición de asistir a un servicio de la iglesia y tener fundamentos bíblicos inquebrantables”. “Muchos no tienen una comprensión de los conceptos cristianos como el Pentecostés”, añadió, al hablar sobre el abandono de la fe de los europeos. Pero esto también la Virgen lo recuerda siempre en sus apariciones y no se le hace caso. María sabe todos los problemas del mundo y nos da las respuestas. María no esta desentendida del mundo y de sus problemas. La respuesta está en la conversión a Jesucristo. Dice que debemos llegar a ser testigos de la Verdad. No hay dos verdades. Hay solo una, de lo contrario no sería Verdad. La masonería, el new age, la ideología de género, enseñan el relativismo doctrinal y moral, sin embargo, los cristianos tenemos la Verdad que es Jesucristo y debemos testificarla “sin miedo”, dice María. Por eso hay que orar y escuchar a la Reina de la Paz.

También dice que curemos a las personas heridas y para lograrlo ha vuelto sobre el imperativo del rezo continuo del santo Rosario. Creo que esta parte del mensaje es la respuesta concreta. La Madre ha dicho: “regresen a la oración del Rosario” y ha dicho también como se debe rezar. Empecemos por lo primero porque también es tarea de preparación para la Navidad. ¡En el Rosario están los misterios de la Navidad!

Cuando la Madre dice “regresen a la oración del Rosario” quiere que los cristianos “desempolven” esta herramienta para la oración. El Rosario, ha dicho también el Papa Francisco, es síntesis de la Misericordia de Dios. Por lo tanto, este mes de preparación a la Navidad también es mes del Rosario, María lo pide. Preparamos la Navidad rezando el santo Rosario. Se debe rezar a solas, en familia y en comunidad. Ahora vamos a ver cómo se reza.

María en este mensaje ha dado indicaciones precisas. Pienso al respecto que es uno de los mensajes más importantes sobre el santo Rosario. Ha mencionado que se debe rezar: “con sentimientos de bondad, de sacrificio y de misericordia. Oren, no solo con las palabras, sino también con obras de misericordia; oren con amor hacia todas las personas.”

1. Rezar el Rosario con sentimientos de bondad, de sacrificio y de misericordia. La Virgen une tres sentimientos como si fueran uno solo, toda vez que los tres están relacionados: la bondad, el sacrificio y la misericordia. Entonces, la Madre quiere que se rece el Rosario con esos sentimientos, o sea, no solo con palabras, o de manera mecánica repitiendo fórmulas. Sino con afectos específicos. Ella ve que muchos de sus hijos rezan el santo Rosario, pero tal vez no ponen sentimientos en él y quiere corregir ese mal hábito. Rezar sin sentimiento no es malo pero es mejor rezar con ellos. Probablemente esa era la manera que María lo hacía, y de hecho lo hacía Jesús. El Evangelio dice que cuando Jesús oraba “se conmovía”. Eso es orar con sentimiento y nosotros, probablemente, no lo estamos haciendo, por lo que debemos corregirnos en atención a la Navidad cercana. Por lo tanto, debemos hacer el esfuerzo por rezar con los sentimientos que la Virgen indica. No con palabras, hay que poner el corazón en el Rosario. Si antes de rezar cada decena del Rosario, nos detenemos a contemplar y meditar cada misterio, los sentimientos de bondad, sacrificio y misericordia vendrán por sí mismos, como obra del Espíritu Santo. Entonces, la Virgen nos está corrigiendo la manera de orar, y del mismo modo, nos lanza a vivir la caridad. Porque quien al momento de rezar el Rosario reza con bondad, con espíritu de sacrificio y misericordia, la misma oración será una escuela de vida. En el fondo: la Madre quiere hacer de todos apóstoles de bondad, de sacrificio y de misericordia. En suma, el Rosario se transforma en escuela de vida para la vida práctica de cada día, para la vida familiar, para el apostolado, para la vida religiosa, para la vida sacerdotal, y para la misma vida de la Iglesia, porque la Iglesia es Madre de bondad, de sacrificio y de misericordia. Por eso la Madre dice: “Oren no solo con las palabras, sino también con obras de misericordia; oren con amor hacia todas las personas” Hay que orar amando y con obras concretas. Y luego la Madre pasa al ejemplo de Jesús. Dice: “Mi Hijo, con su Sacrificio, ha enaltecido el amor; por eso, vivan con Él para tener fuerza y esperanza, para tener el amor que es vida y que conduce a la vida eterna.” Con estas palabras del llamado a la oración pasa a la práctica del amor, cuya vida de Jesús es la ejemplar.

No hay que esperar la Navidad para vivir con Jesús. La Madre ha dicho que le abramos el corazón de inmediato: “vivan con Él para tener fuerza y esperanza, para tener amor”. Fijémonos pues, que de los sentimientos de bondad, de sacrificio y de misericordia con que debemos orar, se pasa entonces a las virtudes que la oración misma desarrolla: la fortaleza, la esperanza y el amor. Lo que demos hacer es responder como la Madre indica, lo demás viene por sí solo. No hay que preocuparse mucho de cómo se desarrollan la fortaleza, la esperanza y el amor, porque esos son los frutos de la oración con el corazón unida a Jesús. Eso viene por sí solo. Lo que hay que hacer es orar con sentimientos.

Al final, la Madre termina como termina el mensaje anterior: nos hace tomar conciencia que Ella está con nosotros y nos acompaña. También les recomiendo que vean la entrevista que hice ayer para la televisión de la que son Director, FETV, la entrevista que le hice al Presidente Mundial de del Apostolado de Fátima, donde nos habla de la Canonización de los pastorcitos, la beatificación de Sor Lucia con ocasión de la visita del Papa a Fátima. Le pueden seguir en:

https://www.youtube.com/watch?list=PLsgVRYM_vNsPspWz7TBaSk2yhruwmA8eW&v=CVpfStEZAJQ o en www.comunidadmagnificat.org o www.fetv.org

Padre Francisco Verar