Mensaje anual del 25 de diciembre de 2019 a Jacov

“Queridos hijos, hoy, en este día de gracia, de manera especial, os invito a abrir vuestros corazones y pedirle a Jesús que fortalezca vuestra fe. Hijos míos, por medio de la oración con el corazón, de la fe y las obras, vosotros sabréis lo que significa vivir una verdadera vida cristiana. A menudo, hijos míos, vuestra vida y vuestros corazones están abrumados por la oscuridad, el dolor y las cruces. No vaciléis en la fe preguntándoos el porqué, toda vez que pensáis que estáis solos y abandonados, más bien abrid vuestros corazones, orad y creed firmemente; entonces vuestro corazón sentirá la cercanía de Dios y que Él nunca os abandona y en cada momento está cerca de vosotros. A través de la oración y de la fe Dios responderá a cada uno de vuestros porqués y convertirá en luz todos vuestros dolores, oscuridades y cruces. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”