Mensaje del 13 de Septiembre de 1984

“¡Queridos hijos! Todavía necesito de sus oraciones. Ustedes se preguntan: Por qué tantas oraciones? Miren en torno suyo, queridos hijos, y verán cuán grande es el pecado que domina este mundo. Por tanto, oren para que Jesús triunfe. Gracias por haber respondido a mi llamado!”