Mensaje del 14 de Marzo de 1985

Queridos hijos, en sus vidas han experimentado la luz y la oscuridad. Dios concede a cada uno el poder conocer el bien y el mal. Los invito a llevar la luz a todos los que viven en la oscuridad. Día tras día llegan a sus casas personas que viven en la oscuridad. Denles, hijos queridos, la luz. Gracias por haber respondido a mi llamado.