Mensaje del 2 de Marzo de 2009

“Queridos hijos, estoy aquí en medio de vosotros. Veo en vuestros heridos e inquietos corazones. Vosotros os habéis perdido, hijos míos. Vuestras heridas del pecado se están volviendo cada vez mayores y siempre os están alejando más de la auténtica verdad. Buscáis la esperanza y la consolación en los lugares equivocados, mientras yo os estoy ofreciendo la sincera devoción que se nutre de amor, sacrificio y verdad. Os doy a mi Hijo.”