Mensaje del 25 de Diciembre de 1989

“¡Queridos hijos! Hoy los bendigo de una manera especial con mi bendición maternal e intercedo ante Dios por ustedes, para que El les conceda el regalo de la conversión del corazón. Desde hace años, Yo los llamo y los exhorto a una vida espiritual profunda y a la simplicidad, pero ustedes son tan fríos. Por eso, queridos hijitos, tomen en serio los mensajes y vívanlos, para que su alma no se entristezca cuando Yo no esté ya más con ustedes y cuando ya no los guíe como a niños indecisos en sus primeros pasos. Por eso, queridos hijos, lean cada día los mensajes que Yo les he dado y transfórmenlos en vida. Yo los amo y por eso los invito a todos al camino de la salvación con Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!”