Mensaje del 25 de Febrero de 1997

“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a abrirse a Dios, el Creador, y a volverse activos. Los invito, hijitos, a que, en este tiempo, vean quién necesita de su ayuda espiritual o material. A través de su ejemplo, hijitos, ustedes son las manos extendidas de Dios que la humanidad busca. S–lo de este modo comprenden que ustedes están llamados a dar testimonio y a convertirse en portadores gozosos de la palabra de Dios y de Su amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”