Mensaje del 25 de Julio de 1985

Queridos hijos, yo deseo guiarlos pero ustedes no quieren escuchar mis mensajes. Hoy los invito a escuchar los mensajes y así podrán vivir todo lo que Dios me dice que debo transmitirles. Ábranse a Dios y Dios obrará por medio de ustedes y les concederá todo aquello que necesiten. Gracias por haber respondido a mi llamado.