Mensaje del 25 de Junio de 1990

“¡Queridos hijos! Hoy quisiera agradecerles todos sus sacrificios y todas sus oraciones. Yo los bendigo con mi especial bendición maternal! Yo los invito a que todos ustedes se decidan por Dios y a que día a día descubran Su voluntad en la oración. Yo quisiera invitarlos a todos, queridos hijos, a la conversión total para que el gozo reine en sus corazones. Yo estoy feliz de que tantos de ustedes estén aquí hoy. Gracias por haber respondido a mi llamado!”